Haití decide su futuro

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photo_camera Un niño vende alimentos en la entrada de un centro de votación al que acuden los haitianos para elegir a su próximo presidente. (ERNESTO)

Haití celebró hoy unos cruciales comicios presidenciales, que se desarrollaron con normalidad salvo algunos incidentes aislados, y aguarda ahora los resultados que no se espera que se conozcan hasta dentro de una semana.
 

Haití celebró hoy unos cruciales comicios presidenciales, que se desarrollaron con normalidad salvo algunos incidentes aislados, y aguarda ahora los resultados que no se espera que se conozcan hasta dentro de una semana.

Más de 6 millones de haitianos estaban hoy convocados a las urnas para elegir entre 27 candidatos a la presidencia, tras la invalidación de los comicios de octubre de 2015 por supuestas irregularidades y el aplazamiento de los del pasado 9 de octubre a causa de la emergencia originada por el huracán Matthew.

Desde el 15 de febrero de este año Haití es dirigido por el presidente provisional, Jocelerme Privert, después de concluir, una semana antes, el período de Gobierno de Michel Martelly sin que se hubiera elegido a su sucesor debido a la crisis política reinante entonces en esta empobrecida nación.

La presidencia de Haití se la disputaron en los comicios de hoy Jovenel Moise, del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK); y Jude Celestin, de la Liga Alternativa por el Progreso y Emancipación Haitiana (Lapeh), quienes obtuvieron en las anuladas elecciones presidenciales del 25 de octubre de 2015 un 32,81 y 25,27 % de los votos, respectivamente.

También compitieron Moise Jean-Charles, de la Plataforma de los Hijos de Dessalines, quien quedó en tercer lugar; y Maryse Narcisse, del partido Familia Lavalas, quien obtuvo la cuarta posición en los comicios del año pasado.

Jovenel Moise fue hoy uno de los primeros candidatos en votar y, según su apreciación, todo se desarrolló bien, e invitó a sus compatriotas a votar "para lograr un mejor futuro".

Posteriormente votaron en Puerto Príncipe, Jude Celestin y Marysse Narcisse, mientras que Moise Jean-Charles lo hizo en Milot, en el norte del país.

Si ninguno de los candidatos presidenciales obtiene el 50 % más uno de los votos, se celebrará una segunda vuelta el 29 de enero próximo.

Poco antes de que concluyera la jornada, el Consejo Electoral Provisional (CEP) insistió en que transcurrió en calma, aunque admitió que fue necesaria la presencia policial en algunos centros de votación por incidentes aislados y que varias personas resultaron detenidas por intentar crear disturbios.

En declaraciones a la prensa, el presidente del CEP, Leopold Berlange, informó, además, de que dos centros de votación, uno en Roseau (sur) y otro en Valière (norte), no abrieron sus puertas debido a que no recibieron a tiempo el material electoral.

Pero en general, recalcó, las elecciones transcurrieron sin incidentes destacables.

Los comicios fueron seguidos por un equipo de expertos y observadores de 24 nacionalidades que la Organización de Estados Americanos (OEA) desplegó por todo el país.

El jefe de la misión de observación electoral de la OEA, Juan Raúl Ferreira, dijo hoy que han visto un proceso normal con la excepción de situaciones puntuales "de violencia o alguna irregularidad" que "no conforman un patrón de conducta".

Aparte del retraso en la apertura de algunos colegios, "nuestros observadores nos han reportado que la situación se está dando con cierta normalidad y con una afluencia razonable de votantes", insistió el jefe de la misión, aunque reconoció que no hay cifras oficiales de participación por el momento.

Las condiciones en las que se encuentra Haití pueden derivar en unas cifras de participación aún más bajas que las registradas en los comicios del año pasado, en los que menos del 30 % del electorado acudió a votar.

Entre las novedades de este proceso figuran las casillas de votación que garantizan el voto secreto, el uso de tinta indeleble y la instalación de un menor número de mesas en cada colegio.

Los comicios debieron celebrarse el 9 de octubre pasado tras haber sido aplazados en tres ocasiones anteriores, pero fueron nuevamente pospuestos debido a la situación generada por el huracán Matthew, que a su paso por Haití, el 4 de octubre, dejó al menos 573 muertos.

El huracán, que afectó directamente a 1,4 millones de personas, dejó a unas 800.000 necesitadas de ayuda alimentaria y provocó el desplazamiento de 175.000, principalmente en los departamentos Sur y Suroeste, los más castigados.

La recuperación de la economía, el éxodo de miles de ciudadanos, la corrupción y los estragos causados por el huracán Matthew sobre buena parte del país son algunos de los principales retos que debe afrontar el nuevo Gobierno haitiano.

A esto se agregan los graves problemas de salud, tráfico de drogas, bajos niveles de educación, debilidad en la Justicia y la inseguridad, solo amortiguada en parte por la presencia de miles de cascos azules de Naciones Unidas. 

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