Las proporciones de la crisis humanitaria en Somalia, donde se declaró una hambruna, son 'dramáticas' reconoció ayer el alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, quien lamentó la escasa capacidad de respuesta que tuvo la comunidad internacional hasta ahora. 'Estamos angustiados porque lo que hacemos no es suficiente'.
En un campamento de refugiados de Etiopía, la tasa de mortalidad llegó a alcanzar los 7,4 decesos diarios por cada 10.000 personas. Una emergencia es declarada cuando hay una muerte por cada 10.000.
