Una de las integrantes de las Pussy Riot ya trabaja de costurera en prisión

Nadezhda Tolokónnikova, integrante del grupo punk ruso Pussy Riot, ya ha empezado a trabajar de costurera en la cárcel donde cumple dos años de condena por su plegaria punk en la principal catedral ortodoxa del país.
'La semana pasada Nadezhda terminó su instrucción y ahora trabaja de costurera', informó Guennadi Morózov, jefe de la Comisión de Supervisión Pública de la república de Mordovia, citado por Interfax.

'Está inscrita en la brigada número siete. La administración de la prisión no tiene ninguna queja, ni tampoco se le han aplicado sanciones disciplinarias', dijo Morózov.

Agregó que además del trabajo, la presa también tiene la posibilidad de participar en eventos deportivos y culturales.

Con anterioridad, activistas de derechos humanos rusos denunciaron los malos tratos a los que son sometidas las presas en la penitenciaría Nº 14 de la república de Mordovia donde se encuentra Tolokónnikova.

Además, María Aliójina, otra componente de las Pussy Riot encarcelada, fue trasladada la pasada semana a una celda de aislamiento en la ciudad de Perm por motivos de seguridad.

'La joven solicitó a la dirección del penal medidas para garantizar su seguridad. Le pareció que las personas con las que estaba tenían una actitud negativa hacia ella', dijo un portavoz del Servicio Federal Penitenciario.

En agosto de este año, tres componentes del grupo Pussy Riot fueron condenadas a dos años de prisión tras ser declaradas culpables de 'gamberrismo motivado por odio religioso' por haber escenificado una plegaria contra el presidente ruso, Vladímir Putin, en la catedral de Cristo Salvador de Moscú.

Mas tarde, tras examinar un recurso de casación el Tribunal Municipal de Moscú resolvió confirmar la sentencia contra Nadezhda Tolokónnikova y María Aliójina, y dejó en libertad condicional a Yekaterina Samutsevich.

Tras la escenificación en la catedral, las Pussy Riot difundieron en internet un vídeo con una canción que decía 'Madre de Dios, echa a Putin' y que criticaba a la Iglesia Ortodoxa por pedir el voto para el líder ruso en vísperas de las elecciones presidenciales de marzo de este año.

Tolokónnikova y Aliójina, que tienen un hijo cada una, fueron trasladadas a finales de octubre pasado a las penitenciarías lejanas de Moscú donde tendrán que cumplir sus penas.

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