El juicio por la masacre en un estadio de Egipto comienza entre la tensión y el caos

El juicio contra 75 acusados por la masacre del estadio de Port Said, en la que murieron 74 aficionados del más importante club de fútbol egipcio, se inició ayer en medio de una gran tensión y con la reacción airada de los hinchas inculpados. Las estrictas medidas de seguridad dentro y fuera de la sala del tribunal no impidieron el caos que estalló cuando varios acusados, hinchas del club Al Masry de Port Said, interrumpieron al juez y gritaron desde la jaula donde están recluidos 'Alá es grande' y 'Las víctimas son nuestros hermanos' para defenderse.
Diez minutos después de su comienzo y cuando el juez pasaba revista a los inculpados para confirmar su presencia, la sesión tuvo que ser suspendida durante un cuarto de hora por la imposibilidad de continuar el proceso. La Fiscalía General leyó las acusaciones, entre las que figuran los delitos de asesinato premeditado, robos, posesión ilícita de armas y destrucción de propiedades públicas y privadas, por los hechos del pasado 1 de febrero en el estadio de Port Said, durante el partido de fútbol entre el Al Masry y el cairota Al Ahly. Un letrado de la Fiscalía General explicó que los acusados -entre los cuales hay dos menores, nueve altos cargos de la policía de Port Said y varios responsables del club Al Masry- atacaron a los hinchas del Al Ahly con armas blancas para vengarse por anteriores disputas entre ellos.

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