Los seis rehenes secuestrados por dos reos en una penitenciaría de la región rusa de Pskov, limítrofe con Estonia, fueron hoy liberados en una operación policial de rescate, según la agencia Interfax.
Durante la operación, en la que los efectivos especiales de la policía usaron armas de fuego y granadas de sonido, uno de los reclusos fue abatido por los efectivos de la policía y el otro resultó herido.
Uno de los seis secuestrados, una mujer, también resultó herida leve, mientras los otros cinco se encuentran en perfecto estado de salud.
Una de los seis miembros del equipo médico de la penitenciaría número 4 de la localidad de Toroshino que fue liberada tras las primeras negociaciones, Nina Sídorova, explicó que los presos estaban armados con cuchillos y tijeras.
Además, según su testimonio, los reclusos amenazaron con matar a todos los secuestrados si la policía decidía asaltar la cárcel por la fuerza.
Según el Servicio Federal Penitenciario (SFP) de Rusia, los reos demandaron que se les entregara un automóvil, bebidas alcohólicas y 40.000 rublos.
Según las organizaciones de derechos humanos, las condiciones de vida en muchas cárceles rusas recuerdan, en muchos casos, a las que regían los campos de trabajo soviéticos por los problemas de hacinamiento, insalubridad y malos tratos.
Por esta razón, los motines son cada vez más corrientes en las prisiones de Rusia, país que sólo es superado por Estados Unidos en cuanto a población carcelaria.
Según el SFP, varias decenas de miles de presos están infectados con el virus del sida, mientras otros tantos padecen tuberculosis en fase activa.
Uno de los seis secuestrados, una mujer, también resultó herida leve, mientras los otros cinco se encuentran en perfecto estado de salud.
Una de los seis miembros del equipo médico de la penitenciaría número 4 de la localidad de Toroshino que fue liberada tras las primeras negociaciones, Nina Sídorova, explicó que los presos estaban armados con cuchillos y tijeras.
Además, según su testimonio, los reclusos amenazaron con matar a todos los secuestrados si la policía decidía asaltar la cárcel por la fuerza.
Según el Servicio Federal Penitenciario (SFP) de Rusia, los reos demandaron que se les entregara un automóvil, bebidas alcohólicas y 40.000 rublos.
Según las organizaciones de derechos humanos, las condiciones de vida en muchas cárceles rusas recuerdan, en muchos casos, a las que regían los campos de trabajo soviéticos por los problemas de hacinamiento, insalubridad y malos tratos.
Por esta razón, los motines son cada vez más corrientes en las prisiones de Rusia, país que sólo es superado por Estados Unidos en cuanto a población carcelaria.
Según el SFP, varias decenas de miles de presos están infectados con el virus del sida, mientras otros tantos padecen tuberculosis en fase activa.
