El presidente del Senado, Franco Marini, al iniciar hoy las consultas con los partidos políticos italianos minoritarios para formar un Gobierno que cambie la polémica ley electoral, aseguró que su misión es muy difícil pero no imposible.
Habéis dicho que es una misión imposible. Es un termino que no me gusta. Es difícil, gravosa pero no imposible, dijo Marini a la prensa antes de comenzar con el mandato que le encargó el jefe del Estado, Giorgio Napolitano, para salir de la crisis abierta tras la dimisión del presidente del Gobierno, Romano Prodi.
Marini, conocido en el país como un hombre de consenso, valorado por su determinación en las negociaciones durante su pasado como líder sindical, aseguró que con la buena voluntad y con discursos claros puede existir un rayo de esperanza.
Al revés que recibió ayer del líder de la oposición, Silvio Berlusconi, partidario de convocar elecciones y en contra cualquier diálogo, se unieron hoy las opiniones de los pequeños partidos que expresaron sus dificultades de apoyo a una nueva ley electoral.
Aspiro a un acuerdo verdadero sobre la ley electoral, basado en un consenso amplio y político, agregó Marini rechazando mayorías formadas gracias al apoyo de unos pocos individuos.
Sin embargo, desde las formaciones de la coalición de centroderecha, convencidos de su victoria en las elecciones, se sigue manifestando que el mandato de Marini es sólo una perdida de tiempo y que la única solución es ir a las urnas.
Incluso, Roberto Calderoli, miembro de la Liga Norte, aliada de Berlusconi, anunció que su partido no acudirá a la consulta con Marini.
El líder de la derechista Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, aseguro hoy que nunca apoyara a un Gobierno, aunque sea transitorio, en el que se sienten personas como Adolfo Pecoraro Scanio o Vicenzo Visco, ministro del Ambiente y viceministro de Economía, respectivamente.
Fini dio hasta fechas: El 6 o el 13 de abril se va a votar. No existe una mayoría parlamentaria y por lo tanto se tienen que convocar elecciones.
Asimismo, los partidos minoritarios, que hoy se reunieron con Marini, mostraron mostrar claras divisiones en la elección de alguno de los sistema electorales que se han propuesto últimamente.
Creo que lo mejor es ir acercándonos a las imprentas para imprimir los carteles de la campaña electoral, dijo Francesco Storace, secretario de La Destra, partido nacido del cisma que se ha producido en Alianza Nacional, tras reunirse con Marini.
La pequeña formación Democracia Cristiana para las Autonomías (DCA) expuso a Marini un pensamiento con el que coinciden muchos analistas políticos: Si no ha sido posible ponerse de acuerdo para cambiar la ley electoral durante estos veinte meses, ¿cómo va a ser posible hacerlo en algunas semanas?.
El único que puede romper los equilibrios puede ser la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), dirigida por Pier Ferdinando Casini, que ha mantenido hasta ahora una posición ambigua, al señalar que está a favor de cambiar la ley electoral.
Sin embargo, Casini se reunió anoche con Berlusconi en lo que parece haber sido una reconciliación y ahora podría inclinarse a favor de las elecciones anticipadas solicitadas por la derecha.
Marini continuará sus consultas con los políticos en los próximos días pero ha adelantado que también encontrará a los representantes del comité promotor del referéndum para cambiar la ley (previsto para abril o mayo), a los representantes sindicales y empresarios.
A todas las propuestas y opiniones se unió la del vicepresidente del Gobierno y exponente del Partido Demócrata, Massimo D'Alema, que pidió que, en caso de no llegar a un acuerdo, al menos se celebre el referéndum antes de las elecciones.
Marini, conocido en el país como un hombre de consenso, valorado por su determinación en las negociaciones durante su pasado como líder sindical, aseguró que con la buena voluntad y con discursos claros puede existir un rayo de esperanza.
Al revés que recibió ayer del líder de la oposición, Silvio Berlusconi, partidario de convocar elecciones y en contra cualquier diálogo, se unieron hoy las opiniones de los pequeños partidos que expresaron sus dificultades de apoyo a una nueva ley electoral.
Aspiro a un acuerdo verdadero sobre la ley electoral, basado en un consenso amplio y político, agregó Marini rechazando mayorías formadas gracias al apoyo de unos pocos individuos.
Sin embargo, desde las formaciones de la coalición de centroderecha, convencidos de su victoria en las elecciones, se sigue manifestando que el mandato de Marini es sólo una perdida de tiempo y que la única solución es ir a las urnas.
Incluso, Roberto Calderoli, miembro de la Liga Norte, aliada de Berlusconi, anunció que su partido no acudirá a la consulta con Marini.
El líder de la derechista Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini, aseguro hoy que nunca apoyara a un Gobierno, aunque sea transitorio, en el que se sienten personas como Adolfo Pecoraro Scanio o Vicenzo Visco, ministro del Ambiente y viceministro de Economía, respectivamente.
Fini dio hasta fechas: El 6 o el 13 de abril se va a votar. No existe una mayoría parlamentaria y por lo tanto se tienen que convocar elecciones.
Asimismo, los partidos minoritarios, que hoy se reunieron con Marini, mostraron mostrar claras divisiones en la elección de alguno de los sistema electorales que se han propuesto últimamente.
Creo que lo mejor es ir acercándonos a las imprentas para imprimir los carteles de la campaña electoral, dijo Francesco Storace, secretario de La Destra, partido nacido del cisma que se ha producido en Alianza Nacional, tras reunirse con Marini.
La pequeña formación Democracia Cristiana para las Autonomías (DCA) expuso a Marini un pensamiento con el que coinciden muchos analistas políticos: Si no ha sido posible ponerse de acuerdo para cambiar la ley electoral durante estos veinte meses, ¿cómo va a ser posible hacerlo en algunas semanas?.
El único que puede romper los equilibrios puede ser la Unión de Demócratas Cristianos y de Centro (UDC), dirigida por Pier Ferdinando Casini, que ha mantenido hasta ahora una posición ambigua, al señalar que está a favor de cambiar la ley electoral.
Sin embargo, Casini se reunió anoche con Berlusconi en lo que parece haber sido una reconciliación y ahora podría inclinarse a favor de las elecciones anticipadas solicitadas por la derecha.
Marini continuará sus consultas con los políticos en los próximos días pero ha adelantado que también encontrará a los representantes del comité promotor del referéndum para cambiar la ley (previsto para abril o mayo), a los representantes sindicales y empresarios.
A todas las propuestas y opiniones se unió la del vicepresidente del Gobierno y exponente del Partido Demócrata, Massimo D'Alema, que pidió que, en caso de no llegar a un acuerdo, al menos se celebre el referéndum antes de las elecciones.
