Advierte que una salida del euro supondría volver 'a los años 50'

Monti promete rigor presupuestario y un nuevo sistema de pensiones 'más equitativo'

El presidente del Gobierno italiano, Mario Monti (c), pronuncia un discurso en el Senado de Roma. EFE/Claudio Onorati

Un día después de su nombramiento, el gabinete liderado por Mario Monti se ha puesto trabajar. El nuevo Gobierno italiano ha explicado este jueves ante el Senado las primeras líneas de su programa, un documento basado en el rigor presupuestario y que ya incluye algunos de los proyectos más temidos por los italianos.
Se reformará el actual sistema de pensiones y se asumirán grandes 'compromisos nacionales'. Todo con el objetivo de evitar una hipotética salida del euro, lo que, a juicio del economista, llevaría a Italia 'al nivel de los años 50'.

En su discurso, el nuevo primer ministro ha recordado la gran responsabilidad que recae sobre su Gobierno en estos momentos de inestabilidad financiera. La prima de riesgo italiana se ha disparado en los últimos días y ha contagiado a otros países miembros, entre ellos España. Este jueves, los dos diferenciales han alcanzado la barrera de los 500 puntos básicos, una cifra muy simbólica, pues fue la que desencadenó los rescates de Irlanda, Grecia y Portugal.

El futuro del euro 'depende también de lo que haga Italia en las próximas semanas', ha recordado, y ha resaltado la importancia de evitar el fracaso del euro, pues eso devolvería a todos los ciudadanos europeos 'al nivel de los años 50'. Para impedirlo, Monti ha instado a la unidad, no sólo entre los partidos políticos sino también entre los Estados miembros de la Unión. 'No hay un 'ellos' y un 'nosotros', sino que Europa somos nosotros', ha dicho.

Su discurso europeísta ha recibido constantes aplausos en el Parlamento, hasta el punto de que el ex comisario ha tenido que pedir a los partidos un poco de silencio. 'Si tienen que hacer una elección, es mejor escuchar que aplaudir'.

Y lo que han escuchado los senadores ha sido un primer boceto de los 'sacrificios' que les esperan. Monti ha comenzado explicando cuáles son sus prioridades: por una parte, 'reformas para afrontar la emergencia y asegurar la sostenibilidad en las finanzas públicas para dar credibilidad al país'; y por otra, 'delinear con iniciativas concretas un proyecto para modernizar las instituciones'.

Para superar estos dos retos, el nuevo primer ministro ha prometido, ante todo, 'equidad'. Equidad en la distribución de los sacrificios y equidad también en los presupuestos, que buscarán el equilibrio entre 'la disciplina financiera y las políticas de crecimiento'.

En cuanto a las medidas más inmediatas, Monti ha anunciado que el Gobierno intervendrá 'sobre los costes del funcionamiento de los órganos electivos', en referencia a los llamados 'costes de la política'. También tendrá como prioridad 'luchar contra la evasión fiscal' y analizar 'la tasación de los inmuebles'.

Pero la medida más temida y esperada era la referente a las pensiones, un tema que ha separado históricamente a todos los partidos políticos. Monti ha afirmado que reformará el actual sistema por 'no ser equitativo', aunque no ha dado más detalles de cuáles serán los principales cambios ni de cuándo se empezarán a aplicar.

Otros proyectos del nuevo Gobierno estarán enfocados a la educación y al trabajo femenino, fomentando 'la conciliación entre las exigencias del trabajo y de la familia, así como el apoyo a la natalidad'.

Para sacar adelante todas estas medidas, el nuevo Gobierno ha precisado que será 'muy colegiado' porque ninguno de sus miembros pretende 'ser el protagonista'. Las decisiones que se presentarán 'serán compartidas'.

El consenso también será necesario en las dos Cámaras, algo que, según ha reconocido el propio Monti, es 'dificilísimo' de conseguir. Por ello, Monti ha hecho un llamamiento a la unidad y ha advertido que, si su hoja de ruta 'falla, la evolución espontánea de la crisis' obligará a Italia a asumir 'condiciones mucho más duras'. Por lo contrario, 'si se consigue llegar a un debate constructivo, será posible rescatar al país', ha dicho.

El primer ministro ha admitido que sería 'una ambición excesiva pretender resolver todos los problemas en un tiempo limitado', porque tienen 'orígenes y comportamientos consolidados'. No obstante, 'Super Mario', como es conocido en Europa, ha asumido esa difícil tarea y se ha comprometido a hacer todo lo posible por devolver a Italia a la senda del crecimiento.

BERLUSCONI Y LA LIGA NORTE SE DESMARCAN

El plazo para conseguir esos resultados que tanto necesita Italia es 2013, año en el que se convocarán elecciones generales. Un horizonte que Silvio Berlusconi ve demasiado lejano: 'Nosotros decidiremos por cuánto tiempo - el Gobierno de Monti- será útil para el país', ha avisado.

El ya ex primer ministro se ha rebelado así contra el Gobierno técnico que le sustituyó, aludiendo a que es un Ejecutivo 'impuesto' por el Presidente del país. A su juicio, Monti representa 'una suspensión ciertamente negativa de la democracia' y no es la solución que necesita Italia. La prensa 'decía que éramos la causa de los problemas en la Bolsa y ahora está como antes', ha reprochado.

Por eso, ha mostrado abiertamente su oposición al nuevo primer ministro y ha advertido que, en las futuras votaciones, su partido presionará para que se aprueben sus medidas y no las de Monti. Entre ellas, se encuentra la de la reforma de la justicia y la de las escuchas telefónicas, defendidas por Berlusconi desde el inicio de su legislatura.

Respecto a las medidas que pretende impulsar Monti, Berlusconi ha sido especialmente crítico con el Impuesto de Patrimonio. Una iniciativa que, según informa la prensa italiana, Monti pretende incluir en su programa. El impuesto 'hace que caiga el valor de los inmuebles en un 15 o 20 por ciento', ha subrayado el ex primer ministro.

Sus palabras han sido desmentidas poco después por su propio partido, Pueblo para la Libertad (PDL). La formación ha elogiado el discurso de Monti, al considerarlo 'óptimo y muy político', y se ha comprometido finalmente a apoyar al nuevo Gobierno 'hasta el fin natural de la legislatura'.

Los que sí obstaculizarán la labor del nuevo Ejecutivo serán los miembros de la Liga Norte, que han pasado, voluntariamente, a la oposición. Su representante en el Senado, Roberto Castelli, ha destacado que 'después de conocer el nombre de los ministros' y tras el discurso de Monti, 'su partido refuerza su convencimiento de votar 'no' a la confianza del Gobierno'.

Mientras, los líderes europeos miran con buenos ojos al nuevo primer ministro. La canciller Angela Merkel le ha enviado una carta de felicitación en la que le ha deseado 'mucho éxito' ante las 'medidas de reforma necesarias' que deberá adoptar. En la misiva, la canciller ha reconocido que Monti llega en un momento 'difícil para su país y la zona euro en su conjunto', pero ha reconocido que tiene 'grandes esperanzas y expectativas' puestas en él.

Frente a esta nueva etapa que Monti tiene que afrontar, Merkel le ha ofrecido su apoyo para 'hacer frente a los retos comunes en la zona euro y por el beneficio de Europa', y ha confiado en poder reforzar las 'tradicionalmente buenas relaciones de amistad' entre Alemania e Italia.



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