Al menos 6 niños, un soldado italiano y otros 3 civiles figuran entre las víctimas mortales del ataque suicida de hoy contra un grupo de militares italianos que se encontraban realizando labores de construcción en un puente a las afueras de la capital, Kabul. Otras 12 personas, entre ellas 3 soldados, han resultado heridas.
El ataque ha tenido lugar en la provincia de Paghman, a 10 kilómetros al oeste de Kabul. Los niños fallecidos son escolares de la zona, según el gobernador, Abdul Razaq, que ha precisado que lo único que había quedado tras el atentado eran las piernas del terrorista suicida.
Un portavoz de la OTAN en Kabul ha confirmado que las fuerzas de la Alianza se han visto afectadas por un ataque, sin ofrecer más detalles. El portavoz del Ministerio del Interior, Zemarai Bashary, sí que ha explicado que se ha tratado de un atentado suicida y ha precisado que ha costado la vida a varios niños que salían de una escuela cercana. Posteriormente se confirmaba también la muerte de uno de los soldados italianos cuando estaba siendo trasladado al hospital y otros 3 civiles.
El militar muerto ha sido identificado como Daniel Paladini, mariscal jefe del segundo regimiento 'Pontieri' (ingenieros) de Piacenza. Los heridos, cuyas vidas no corren peligro, son el capitán Salvatore Di Bartolo, del 11 Departamento de Infraestructuras de Piacenza; el capitán Stefano Ferrari, del mismo regimiento que el fallecido, y el cabo primero Andrea Bariani, del Quinto Regimiento Alpini de Vipiteno.
El atentado, según un portavoz del Estado Mayor de la Defensa italiana, se produjo a las 9.52 horas local (05.22 GMT).
El año con más víctimas en Afganistán
Italia tiene desplazados en Afganistán a un total de 2.000 militares, repartidos entre la capital Kabul, y la provincia de Herat. Estas tropas forman parte de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF) en Afganistán.
En lo que va de año se han producido varios ataques suicidas en la capital afgana, el más sangriento el pasado junio, cuando 35 personas murieron y otras tantas resultaron heridas al estallar una bomba en el interior de un autobús en la ciudad. Además, a finales de septiembre 28 civiles y dos soldados perdieron la vida en un atentado suicida contra otro autobús, esta vez militar, también en la capital afgana.
Se calcula que unas 5.800 personas han muerto desde enero a causa de los ataques y enfrentamientos en Afganistán, que vive su año más violento desde 2001.
Según un informe del centro independiente de estudios Senlis Council difundido esta semana, los talibanes tienen ya una presencia permanente en un 54 por ciento de Afganistán y el territorio que controlan no deja de ampliarse, con la línea fronteriza cada vez más cerca de Kabul.
