Las fuerzas de paz de la Misión de Naciones Unidas para República Democrática del Congo (MONUC) se preparan para evacuar a 50 trabajadores humanitarios extranjeros de una ciudad en el este del país en peligro por los últimos enfrentamientos y por el avance de los rebeldes tutsi, según fuentes oficiales.
Los rebeldes continúan su avance a lo largo de una carretera estratégica hacia la ciudad de Rutshuru, a unos 100 kilómetros al norte de la capital de la provincia de Kivu Norte, Goma, y se han estacionado a tan sólo diez kilómetros de esta ciudad.
El convoy está siendo preparado ahora, pero aún no ha partido, declaró un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) sobre el plan de evacuación. Saldrá durante el día de hoy, añadió, e informó que normalmente hay cerca de 50 miembros del personal en Rutshuru y en las zonas de los alrededores.
Radio Okapi, una radio congoleña patrocinada por la ONU, informó de los últimos enfrentamientos, producidos en los alrededores de Kibumba, situada a 20 kilómetros al norte de Goma, en los que hubo numerosos tiroteos durante el día de ayer, cuando las fuerzas rebeldes aseguraron que habían expulsado al Ejército congoleño de sus posiciones allí.
Tanto Rutsuru como Kibumba alojan a miles de refugiados internos desplazados por los años de enfrentamientos en el este de RDC. Uno de los miembros del equipo en este país de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) declaró que el personal que permanece en Rutshuru pudo escuchar a primera hora las explosiones desde sus posiciones en el principal hospital.
En Rutshuru, la población ya está huyendo hacia el norte. Hemos escuchado las informaciones sobre el plan de evacuación pero, por el momento, no tenemos planes de abandonar nuestros puestos, declaró la subdirectora de la misión de MSF para Kivu Norte, Axelle de la Motte Saint-Pierre, quien añadió que el equipo médico de la organización ya ha tratado a cerca de 70 personas desde que comenzaron los últimos enfrentamientos el pasado domingo.
PANICO TOTAL
Hay una situación de pánico total en la ciudad. El enfrentamiento está ahora a tan sólo cinco kilómetros de Rutshuru, declaró el administrador local de la ciudad, Dominique Bofondo. Los insurgentes tutsi leales al general renegado Laurent Nkunda lanzaron el pasado domingo una gran ofensiva, tras la que avanzaron hasta situarse a 20 kilómetros de Goma y en la que destrozaron dos vehículos blindados de la ONU.
La gente de la localidad, con miedo por los enfrentamientos y el fracaso de las fuerzas de paz de la ONU de impedir el avance rebelde, provocaron disturbios ayer en la base de la ONU en Goma, en los que al menos una persona murió, según confirmó ayer un portavoz de Naciones Unidas.
El Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) de Nkunda acusa al Ejército congoleño de colaborar con las Fuerzas Democrática de Liberación de Ruanda (FDLR), en las que se encuentran milicias hutu y antiguos soldados ruandeses responsables de orquestar el genocidio de Ruanda de 1994.
Cerca de 100.000 civiles se han visto obligados a huir de sus hogares en la provincia de Kivu Norte desde que el acuerdo de paz del pasado mes de enero fracasara en agosto. La guerra en RDC que duró desde 1998 hasta 2003 provocó un desastre humanitario y la muerte de 5,4 millones de personas, en su mayoría debido al hambre y la enfermedad.
El convoy está siendo preparado ahora, pero aún no ha partido, declaró un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) sobre el plan de evacuación. Saldrá durante el día de hoy, añadió, e informó que normalmente hay cerca de 50 miembros del personal en Rutshuru y en las zonas de los alrededores.
Radio Okapi, una radio congoleña patrocinada por la ONU, informó de los últimos enfrentamientos, producidos en los alrededores de Kibumba, situada a 20 kilómetros al norte de Goma, en los que hubo numerosos tiroteos durante el día de ayer, cuando las fuerzas rebeldes aseguraron que habían expulsado al Ejército congoleño de sus posiciones allí.
Tanto Rutsuru como Kibumba alojan a miles de refugiados internos desplazados por los años de enfrentamientos en el este de RDC. Uno de los miembros del equipo en este país de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) declaró que el personal que permanece en Rutshuru pudo escuchar a primera hora las explosiones desde sus posiciones en el principal hospital.
En Rutshuru, la población ya está huyendo hacia el norte. Hemos escuchado las informaciones sobre el plan de evacuación pero, por el momento, no tenemos planes de abandonar nuestros puestos, declaró la subdirectora de la misión de MSF para Kivu Norte, Axelle de la Motte Saint-Pierre, quien añadió que el equipo médico de la organización ya ha tratado a cerca de 70 personas desde que comenzaron los últimos enfrentamientos el pasado domingo.
PANICO TOTAL
Hay una situación de pánico total en la ciudad. El enfrentamiento está ahora a tan sólo cinco kilómetros de Rutshuru, declaró el administrador local de la ciudad, Dominique Bofondo. Los insurgentes tutsi leales al general renegado Laurent Nkunda lanzaron el pasado domingo una gran ofensiva, tras la que avanzaron hasta situarse a 20 kilómetros de Goma y en la que destrozaron dos vehículos blindados de la ONU.
La gente de la localidad, con miedo por los enfrentamientos y el fracaso de las fuerzas de paz de la ONU de impedir el avance rebelde, provocaron disturbios ayer en la base de la ONU en Goma, en los que al menos una persona murió, según confirmó ayer un portavoz de Naciones Unidas.
El Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) de Nkunda acusa al Ejército congoleño de colaborar con las Fuerzas Democrática de Liberación de Ruanda (FDLR), en las que se encuentran milicias hutu y antiguos soldados ruandeses responsables de orquestar el genocidio de Ruanda de 1994.
Cerca de 100.000 civiles se han visto obligados a huir de sus hogares en la provincia de Kivu Norte desde que el acuerdo de paz del pasado mes de enero fracasara en agosto. La guerra en RDC que duró desde 1998 hasta 2003 provocó un desastre humanitario y la muerte de 5,4 millones de personas, en su mayoría debido al hambre y la enfermedad.
