Pensiones, subida de impuestos y recortes, claves en el voto de castigo

En los dos últimos años, las exigencias de ambos acreedores internacionales llevaron al Ejecutivo a cortar pensiones, subir impuestos, reducir la inversión pública y aumentar el precios de los servicios públicos, entre ellos los de la educación, la sanidad y el transporte.
Dirigentes regionales del partido gobernante han asumido públicamente la vía de la reflexión interna y la autocrítica, pero han declinado una convocatoria extraordinaria del congreso nacional del PSD. Sin embargo, los medios portugueses adelantaban ayer que el mismo tendrá lugar en enero, cuatro meses antes de lo previsto y después de haberse presentado los presupuestos estatales de 2014.

Ayer mismo, el gabinete de Passos Coelho conoció un dato poco alentador: el déficit se situó en el primer semestre en el 7,1% del PIB, siete décimas menos que en los tres primeros meses del año pero todavía a más de un punto y medio de su meta final para 2013. A ello se une el rumor de un segundo rescate cuando el país enfila la parte final del préstamo concedido en mayo del 2011, cuyos fondos se agotan el próximo año, sin la seguridad de poder volver a financiarse en los mercados a tasas asequibles.

Precisamente los técnicos de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacionalultiman en Lisboa la octava y novena evaluación de las cuentas.

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