El presidente de Haití, Michel Martelly, presidió hoy en el Palacio Nacional la investidura del nuevo Gobierno, dirigido por el primer ministro Laurent Lamothe, a quien pidió resultados concretos y rápidos, y a su gabinete le dijo que 'no tiene derecho al fracaso'.
En su discurso, ante funcionarios de todos los organismos del Estado y diplomáticos, Martelly solicitó a los ministros que den 'respuestas coherentes y rápidas' vinculadas a su programa político para satisfacer las necesidades de la población, la más pobre de América.
Recordó que los pilares en los que se fundamentan sus promesas electorales son educación, Estado de derecho, empleo, medio ambiente y energía, y celebró que su primer ministro haya elegido estos mismos ejes como sus propias 'prioridades'.
Martelly dijo que cuenta con 'la competencia, la seriedad, la honradez y el coraje' de los 22 ministros, así como de los secretarios de Estado que conforman el gabinete, compuesto en un 40 % por mujeres.
Prometió dar las garantías necesarias para llegar a resultados concretos, al tiempo que advirtió de que 'la paciencia de la población tiene límites'.
Martelly propuso la aplicación por el Gobierno de una estrategia de 'cohesión entre las acciones de los ministerios' respetuosa de los derechos sociales y económicos de los haitianos.
Recomendó como línea de conducta la cohesión, la obligación de dar resultados, la proximidad a la población y la afirmación de la autoridad del Estado.
'No tienen derecho al fracaso', exclamó.
Dos días después del primer aniversario de su llegada al poder, el jefe del Estado subrayó que, a pesar de dificultades, tiene la 'satisfacción de avanzar en la buena dirección'.
