El primer ministro neozelandés fue agredido durante un acto conmemorativo del nacimiento de la nación

El nuevo primer ministro neozelandés, John Key.
El nuevo primer ministro neozelandés, John Key, fue agredido cuando inauguraba los festejos que conmemoran la firma de Tratado de Waitangi, en 1840, considerado punto fundacional de Nueva Zelanda como nación. La Policía logró repeler el ataque de un individuo que agarró a Key por el brazo, mientras que otros dos sujetos forcejearon con los agentes y empujaron al líder neozelandés.
Los agresores le gritaron que no era bienvenido al lugar, situado 900 kilómetros al norte de Wellington y donde las autoridades coloniales británicas rubricaron el tratado con los jefes de las tribus maoríes.

Key, por su parte, acusó a sus agresores de 'buscar glorificarse' y señaló que mañana, día grande de las celebraciones, será una fecha para festejar que 'el futuro de Nueva Zelanda se encuentra en el diálogo y el entendimiento con el otro, no en golpearnos los unos a los otros'.

El primer ministro aseguró que la actitud de estos individuos no le impedirá 'volver el año próximo'.

La anterior primera ministra, Helen Clark, dejó de asistir al evento en 2001, después de sufrir varios incidentes similares en años precedentes.

El tratado es considerado como la base legal de convivencia entre los colonos británicos y las tribus indígenas que poblaban el territorio antes de su llegada.

Muchos maoríes consideran que el país les fue arrebatado con la firma del acuerdo y la fecha se ha convertido en el momento anual de hacer notar sus reivindicaciones.

Para otros, el tratado está 'obsoleto' y concede 'privilegios inadmisibles' a una mínima parte de la población neozelandesa.

Estos se refieren a los jefes que dirigen la estructura tribal y que reciben suculentas subvenciones y ayudas especiales, alegando su papel de 'socios' del Estado, de acuerdo a su interpretación del tratado.

A pesar de que en los últimos años, el Gobierno y los líderes maoríes han firmado numerosos acuerdos, algunos millonarios, para facilitar el retorno de tierras y el pago de compensaciones por las injusticias del pasado, la tensión entre los maoríes radicales y el Gobierno no ha cesado.

Los maoríes representan al 15 por ciento de la población neozelandesa, que es de un total de 4,3 millones, y están entre los ciudadanos más pobres del país, con bajos niveles de educación, ingresos y salud, pero fuerte tasa de desempleo. Más de la mitad de la población carcelaria del país es maorí.

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