Princeton lamenta suicidio profesor español y guarda silencio sobre despido

La decana de la Universidad de Princeton, Shirley Tilghman, lamentó hoy el suicidio del profesor español Antonio Calvo después de ser despedido de ese centro académico de Nueva Jersey, pero reiteró su política de mantener el silencio sobre las causas de su expulsión.
'Los detalles específicos que llevaron a la abrupta salida del profesor Calvo de la universidad obedecieron a una investigación cuyos detalles no pueden hacerse públicos sin cometer una violación sin precedentes de la política de confidencialidad', dijo hoy Tilghman en un comunicado de prensa publicado en el periódico de Princeton.

El que fuera director del programa de lengua española de esa universidad se quitó la vida en su casa de Manhattan (Nueva York) el 12 de abril, cuatro días después de haber sido despedido de esa institución, que este año tenía que decidir si renovaba su contrato para continuar al frente de ese departamento.

El suceso dejó conmocionada a la comunidad universitaria de Princeton y en especial a los alumnos que asistieron a los cursos de Calvo, que, desde entonces, comenzaron una campaña para pedir a la universidad que revelase las causas que llevaron a la expulsión del profesor español.

La decana de la institución educativa respondió este lunes que, aunque no puede revelar los detalles específicos del caso, la suspensión inmediata de un profesor -'que se recomienda en muy pocos casos', matizó-, se realiza tras una investigación que estudia cualquier alegación de conducta inadecuada y se lleva ante una comisión que toma la decisión final.

Tilghman aseguró que la política de mantener el silencio sobre este caso 'es para proteger la privacidad individual de profesores o miembros de la universidad, así como de sus familias'.

Lamentó que 'rumores inciertos y engañosos se hayan estado arremolinando tanto en el campus como en la blogosfera', por los que 'individuos inocentes han sido identificados y señalados con el dedo de una forma profundamente injusta, dañina e indigna de esta comunidad universitaria'.

Hasta hoy, la universidad se había limitado a informar a sus alumnos de que el profesor había muerto.

La conmoción en el campus y las preguntas que rodean al suceso hicieron que la decana emitiera este comunicado, en que reconoce que 'la trágica muerte del profesor Calvo la semana pasada ha dejado a muchos miembros de la comunidad con un profundo sentimiento de pérdida' y 'están buscando respuestas a la dolorosa pregunta de qué le pudo llevar a quitarse la vida'.

'Esto es natural, pero en mi experiencia nunca es posible comprender totalmente todas las circunstancias que llevan a alguien a tomar una decisión irreversible como esa', señaló.

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