Abduljalil, presidente del Consejo Transitorio Libio, muestra su esperanza de poder entregar a la justicia al dictador

Los rebeldes toman Trípoli casa por casa, con Gadafi desaparecido

Mustafa Abduljalil, en la rueda de prensa en Bengasi. (Foto: MIGUEL TOÑA)
Con el coronel Muamar el Gadafi desaparecido y tres de sus hijos en manos de las fuerzas insurgentes, los rebeldes libios parecen hallarse al borde de la victoria final tras meses de sangrientos combates. El ruido de las balas se escucha aún en la capital -que los insurrectos dicen ya controlar en un 95 por ciento- y otros puntos del país, donde soldados leales al dictador, y en particular grupos de francotiradores, todavía ofrecen resistencia.
Los insurgentes tomaron posiciones en la mayoría de los barrios tripolitanos y rodean el complejo presidencial, donde no se sabe si aún está el líder libio. También se hicieron con el control de la televisión estatal, hasta la fecha único medio por el que Gadafi se dirigía a sus seguidores, y cuya señal han cortado.

'No creemos que se esconda en su palacio de Bab El Aziziya', una fortaleza que ha resistido incluso los bombardeos de la OTAN, indicó uno de los jefes militares rebeldes. Otras fuentes situaron a Gadafi en un búnker no lejos del barrio de Tadjoura, donde estaría bajo la protección de una brigada dirigida por su propio hijo Khamis.

Varias hipótesis apuntan a una supuesta huida a su ciudad natal, Sirte, o hacia el vecino Chad, que preside su amigo Idriss Deby, teorías que no han podido ser confirmadas. Lo que sí se conoce es que tres de los hijos más beligerantes del coronel se hallan en manos de los grupos rebeldes, entre ellos Saif al Islam, reclamado por el Tribunal Penal Internacional (TPI).

Sobre el destino de éste último, un miembro del consejo opositor advirtió de que el Al Islam no será entregado a la corte internacional, y que con toda probabilidad será juzgado en el país.


FOCOS DE RESISTENCIA

Sin noticias ciertas del dictador, el presidente del Consejo Nacional Transitorio (CNT, órgano político de la rebelión), Mustafa Abduljalil, se apresuró ayer a dar por terminada 'la era' del longevo coronel. 'Espero que sea capturado vivo y se le lleve ante la justicia para responder de sus crímenes. La verdadera victoria no se celebrará hasta que sea arrestado', afirmó Abduljalil en rueda de prensa desde Bengasi. El cabeza visible de la rebelión libia admitió que todavía quedan focos de resistencia estatales pero insistió que las tropas rebeldes controlan el conjunto del territorio de la ciudad.

Uno de esos enclaves estratégicos del que al parecer las tropas leales al dictador ya han huido definitivamente es la estratégica localidad petrolera de Brega, situada al este de Trípoli y uno de los principales feudos energéticos del país. 'Todas la tropas fieles al régimen Gadafi se han retirado. La ciudad ha sido liberada en su totalidad', explicó a Efe Mohamad al Rojayli, jefe militar rebelde.

En medio de la euforia aún contenida de la población, Abduljalil quiso hacer un llamamiento a la calma, en el que pidió a los insurgentes que mantengan la calma, eviten las acciones de venganza y hagan que prevalezca la razón.

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