Las reformas de Fernández movilizan a miles de argentinos

El Gobierno argentino restó ayer importancia a las masivas protestas del jueves, mientras sectores oficialistas se inclinaron por 'tomar nota' y la oposición saludó lo que considera un varapalo a la presidenta, Cristina Fernández, a un año de las elecciones legislativas de 2013. Mientras Gobierno y oposición polemizan sobre las protestas, Fernández optó ayer por el silencio y, según el programa oficial de actividades, despachará en privado, en la residencia presidencial de Olivos, con varios de sus ministros.
Miles de personas tomaron la noche del jueves las calles de Buenos Aires y de las principales ciudades del país, cacerola en mano, para protestar contra las políticas de Fernández, que estrenó el pasado diciembre su segundo mandato. La convocatoria, hecha a través de las redes sociales, coincide con la controversia provocada por la posibilidad de una reforma constitucional que abriría la puerta a una nueva reelección de Fernández.

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