TURISMO

La ruta de los cafés con historia de Portugal

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photo_camera Café A Brasileira

Desde las medidas de Salazar a los recortes de la "troika", los portugueses se han desahogado durante generaciones en la barra de elegantes cafés

Desde las medidas de Salazar a los recortes de la "troika", los portugueses se han desahogado durante generaciones en la barra de elegantes cafés que ahora, recopilados en un libro, guían a los curiosos por algunos de los rincones confesores de los años más difíciles del país.

"Aquí venía (Fernando) Pessoa a escribir" es la frase estrella, convertida en reclamo turístico, que se dice varias veces al día frente a la puerta de la lisboeta "A Brasileira" do Chiado, un reducto de pequeñas mesas, antiguos ventiladores y tazas históricas en la céntrica Rua Garret, plagada de franquicias.

Pero después de que el poeta dejara de ir y antes de que los turistas entraran para ver, hacer una foto y quizá pedir un café, la barra de "A Brasileira" también acogió preocupaciones diarias, más cotidianas que la de este grande de las letras lusas, pero tan claves como las suyas para entender la memoria colectiva.

Esta es la base de la que partió hace cuatro años Vitor Marques, socio del también histórico Café Santa Cruz de Coimbra, para crear "La ruta de los cafés con historia de Portugal", un proyecto que recopila los locales más emblemáticos del país y que acaba de publicarse como libro.

Además de "A Brasileira", cuenta la historia de 22 cafés en Lisboa, Oporto, Braga, Coimbra, Guimaraes y Évora, entre otras ciudades, aunque recientemente ha descubierto otros 16 que merecen entrar en la lista, cuenta a Efe Marques, que busca demostrar con empeño nostálgico que estos locales son "punto de encuentro".

Así describe estas cafeterías en la contraportada del libro, editado por Caleidoscópio y que es sin duda una iniciativa "muy personal" porque también le sirve para recordar los recorridos que, cuando era un niño, hizo por ellas acompañado de su padre.

"Mi idea fue valorizar este sector y mostrar a las personas, que estos cafés, además de actividad económica, tienen muchas historias para ser contadas, por las vivencias en esos largos años y por encima de todo también son edificios antiguos que merecen ser visitados y contemplados de una forma diferente", dice Marques.

En estos lugares, repletos de vida, se creaba una burbuja en la que se exponía lo cotidiano, las preocupaciones diarias, las "saudades" y los retos de las épocas difíciles, que no fueron pocas.

"La Revolución de los Claveles en 1974, el primero de mayo, los diferentes gobiernos que se sucedieron en esa época, el crecimiento económico de los noventa, la `troika` ya en este siglo...", enumera Marques, todos acontecimientos que dejan una estela de pequeños relatos, accesibles aún hoy si se escucha con paciencia en la barra.

"Uno puede llegar a las once de la mañana y conversar con el señor que está jubilado y vio estas luchas, y puede ser interesante para nuestra historia", opina el promotor de la ruta cafetera.

La idea surgió bajo el imponente techo del Majestic, de Oporto, "una referencia de los cafés históricos de Portugal", subraya Marques, que está presente en la lista junto a la sede de los conocidos pasteles de Belém, en Lisboa, o el Café Milenário en Guimaraes.

La ruta busca ser un recorrido alternativo para conocer Portugal y su patrimonio, también compuesto por estos locales de espléndidas fachadas y mobiliario para viajar en el tiempo que "forma parte de la historia de cada una de estas ciudades".

La publicación de la ruta coincide, opina Marques, con la preocupación vista en los últimos años "para que este tipo de cafés se mantengan actualizados" y "presten atención a las nuevas exigencias de los consumidores". 

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