Los socialistas lusos, inquietos ante el posible triunfo de Cavaco

El anuncio del presidente portugués, Anibal Cavaco Silva, de no querer derribar al Gobierno no tranquilizó a las filas socialistas, inquietas por la posible reelección, el domingo, del líder conservador. El candidato socialista a las elecciones presidenciales, Manuel Alegre, volvió a cargar contra el jefe de Estado, al que acusó de aliarse con el 'miedo', preparar la caída del Ejecutivo y extralimitarse en el papel moderador que le corresponde. Entretanto, Cavaco pidió una victoria en primera vuelta para ahorrar gastos e inestabilidad al país, que los mercados mantienen en la mira de un posible rescate financiero.
Los socialistas censuran que el presidente conservador se haya 'inmiscuido' en las tareas del Ejecutivo y favorezca a su propio partido, el Social Demócrata (PSD, principal de la oposición), que amenaza con pedir elecciones legislativas anticipadas si Lisboa tiene que recurrir a la ayuda externa.

Cavaco aseguró que no tiene interés en usar la 'bomba atómica', en alusión a la facultad que le otorga la Constitución para disolver el Parlamento y forzar la elección de primer ministro. Pero en el partido de Gobierno no se oculta el temor a que el PSD se lance al asalto del poder e intente aprovechar, con la ayuda del jefe de Estado, la ventaja que le otorgan ahora las encuestas en medio del desgaste del Gobierno a causa de la crisis económica.

El primer ministro luso, José Sócrates, que fue reelegido el año pasado pero sin mayoría absoluta, estaba blindado hasta ahora en el cargo por la imposibilidad de que el jefe de Estado saliente pudiera disolver el Parlamento. Pero cuando el próximo jefe de Estado sea investido en marzo, el Gobierno puede ser derribado.

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