Uribe prepara una ofensiva diplomática en Europa para restar influencia a Chávez

El presidente colombiano, Álvaro Uribe
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, ha decidido adelantar su viaje a Europa para mantener reuniones bilaterales con diferentes jefes de Estado. Busca el respaldo europeo ante la crisis diplomática con Venezuela y también, restar influencia al presidente Hugo Chávez.
'Vamos a tener conversaciones con una serie de gobiernos', ha explicado Uribe, aunque ha admitido que todavía no se tiene plena certeza de la agenda que se adelantaría.

Hasta el momento se sabe que el presidente Uribe adelantó su viaje para visitar París. El lunes por la mañana está previsto que el mandatario colombiano se entreviste con el presidente francés, Nicolás Sarkozy. El martes, Uribe podría visitar Bruselas para mantener una reunión con altos funcionarios del Gobierno belga y el miércoles viajaría Madrid, donde se reunirá con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Ese mismo día está previsto que Uribe se desplace a Suiza para asistir al Foro Económico Mundial. En el marco de este encuestro es previsible que mantenga varias reuniones bilaterales con algunos mandatarios de otros países. Un funcionario gubernamental ha reconocido que el presidente aprovechará su viaje a Davos para denunciar el 'carácter terrorista' de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

De vuelta, un encuentro con Rice

El viernes por la mañana el presidente colombiano estará de vuelta en Colombia para reunirse con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, y varios congresistas estadounidenses.

Hasta el momento la Casa de Nariño, sede de la Presidencia colombiana, no ha confirmado la agenda definitiva.

La gira de Uribe servirá para escenificar su postura contraria al venezolano Hugo Chávez. Colombia y Venezuela, atraviesan por una crisis diplomática desde noviembre pasado, cuando el presidente Uribe canceló la mediación que tres meses antes le había pedido a Chávez para gestionar la liberación de los políticos, soldados, policías y estadounidenses secuestrados por las FARC.

El mandatario de Venezuela declaró congeladas las relaciones bilaterales, aunque facilitó el pasado 10 de enero la liberación de la ex candidata a la Vicepresidencia de Colombia Clara Rojas y de la ex congresista Consuelo González de Perdomo, retenidas durante cerca de seis años.

Sin embargo, al día siguiente de la liberación, Chávez pidió reconocer el estatus de beligerancia a las guerrillas colombianas, condición que aprobó hace dos días la Asamblea Nacional de Venezuela.

Desde entonces se mantienen tensas relaciones entre los dos Gobiernos, que esta semana intercambiaron comunicados de protesta en los que Colombia pidió 'cesar las gestiones' y evitar la injerencia en asuntos internos, y Venezuela contestó que la otra nación busca la guerra y no la paz.

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