El primer ministro Erdogan culpa a la prensa internacional y a internet de las manifestaciones

La violencia vuelve a Turquía tras dos semanas de protestas

Un grupo de antidisturbios, durante una de las cargas en la plaza de Taksim.  (Foto: KERIM OKTEM)
Lejos de calmar los ánimos ante lo que parece ya una imparable ola de protestas que azota Turquía, el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, sigue aumentando la tensión, en un intento de consolidar su propia posición entre sus seguidores del partido islamista AKP. En un discurso ante su grupo parlamentario, el líder turco volvió ayer a echar la culpa de las protestas a la prensa internacional y a las redes sociales en internet, y advirtió a los manifestantes de que no habrá más tolerancia.
Sus palabras poco conciliadoras llegaron apenas horas después de que la policía intentara poner bajo control con gases lacrimógenos y cañones de agua a presión la emblemática plaza Taksim de Estambul, ocupada desde hace doce días por los manifestantes antigubernamentales. Cientos de agentes antidisturbios desalojaron la plaza d, poco después de que miles de ciudadanos afluyeran a la misma en señal de respaldo a las protestas antigubernamentales.

Tras varias cargas policiales, grupos de manifestantes comenzaron a regresar a la plaza gritando consignas como: 'en todas partes Taksim, en todas partes resistencia', aunque los agentes siguieron intentando bloquear su paso. Menos de una hora más tarde de la primera carga policial un nutrido grupo de activistas volvió a ocupar parte de la plaza, donde encendió una gigantesca hoguera, jaleados por gritos y cánticos, en una actitud que hacía presagiar una larga noche de enfrentamientos.

Según el diario Hürriyet Daily News, esta nueva carga policial volvió a causar heridos y varias cadenas de televisión emitieron imágenes de ambulancias llegando a la zona. Poco después de la carga, el gobernador de Estambul, Hüseyin Avni Mutlu, aseguró que 'grupos marginales' habían atacado a los agentes. El gobernador, que el domingo aseguró que no habría intervención policial contra los manifestantes, insistió ahora en que es muy importante que la gente siga sus instrucciones 'por su propia seguridad' y dijo que los ciudadanos no tienen motivos para preocuparse. Al mismo tiempo que los agentes desalojaban Taksim, vecinos de numerosos barrios de Estambul empezaron a realizar caceroladas en una señal de apoyo a los manifestantes, gesto habitual durante la última semana. A última hora de la tarde fueron puestos en libertad 49 abogados, arrestados por la mañana.

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