El Concello de Verín sigue con su arboricidio. Sin permiso de los vecinos de la parroquia de Pazos se cargaron los árboles más antiguos y más grandes del campo del río, árboles de más de 30 metros de altura y tres metros de diámetro. Es una vergüenza. Una plaga que no cesa. Una moda de este ayuntamiento que ya hizo de las suyas en avenida de Castilla, Cabreiroá o carretera de Laza.