La última paliza, en plena vía pública, hizo que el encausado ingresara en prisión provisional debido a la brutalidad de la agresión
Francisco Javier G.P. continuará en prisión tras aceptar ayer una condena de conformidad en la que reconoció que pegó en numerosas ocasiones a su pareja sentimental. De hecho, la última paliza, en plena vía pública, hizo que el encausado ingresara en prisión provisional debido a la brutalidad de la agresión.
Ocurrió el 30 de septiembre del pasado año cuando el inculpado la tiró al suelo para propinarle patadas y pegarle con las manos, llegando a patearle la cabeza en numerosas ocasiones. Incluso los viandantes vieron como el acusado tenía sangre en los nudillos .
La víctima a raíz de las lesiones que sufrió en la calle Curros Enríquez de Carballiño puso de manifiesto las veces en las que su pareja la pegó e insultó. Sólo un día antes, según relató a la Guardia Civil, le dio golpes en la cabeza en la casa de la madre del acusado. También relató otro episodio de maltrato en la semana del 23 al 30 de septiembre cuando regresaban en coche a Carballiño. En medio de una discusión, el inculpado cogió a la víctima por los pelos y le dio golpes en la cabeza.
El relato de la mujer también describió insultos y forcejeos en los meses de agosto y septiembre con testigos de por medio.
La fiscal también lo acusaba de un delito de daños ya que el día de la paliza que dio origen al procedimiento penal también le destrozó el parabrisas del coche.
El inculpado, que llegó ayer esposado al Juzgado de lo Penal 2, aceptó un año y nueve meses de prisión por un delito de maltrato habitual, más 151 días de trabajos en beneficio de la comunidad por dos episodios de maltrato (palizas de agosto y septiembre). Por el delito de daños, fue condenado a nueve meses multa (con una cuota de seis euros al día).
