Algo más de 300 personas acompañaron a los alcaldes de Maside, Punxín y Amoeiro y a la diputada socialista Elena Espinosa (ex ministra de Medio Ambiente e impulsora del proyecto) en el recorrido de inauguración del Camino Natural del Barbantiño.
Asistieron también el secretario xeral del PSdeG, Manuel Vázquez, y el parlamentario Alberto Fidalgo. La andaina se iniciaba a las 10.30 horas de ayer, realizando los 10 kilómetros del circuito acondicionado por las orillas del río, concluyendo pasadas las 13,00 horas, en que llegaban los últimos participantes al mismo punto de partida. La convocatoria reunió a vecinos no sólo de los tres concellos por los que transcurre el camino sino también procedentes de otros limítrofes y de la capital y, además, de muy diversas edades, oscilando desde la niña más joven, de seis años, hasta un hombre de 76.
Tras el esfuerzo desarrollado, los senderistas repusieron fuerzas en la meta con empanada, fruta y refrescos, en donde fueron recibidos con la música de un trío de saxofonistas.
Las obras están prácticamente concluidas, ya que únicamente faltan por acondicionar 50 metros del sendero que accede a una de las pasarelas y colocar los paneles informativos de entrada en el camino, que ya dispone de los correspondientes letreros con las distancias marcadas de los diferentes tramos. Además del acondicionamiento del sendero, el proyecto incluyó la construcción de dos pasarelas, la recuperación de tres molinos, la dotación de áreas de descanso y un mirador.
A lo largo del trayecto, que sorprendió a los participantes en la andaina, se descubren lugares tan emblemáticos como el puente medieval y la calzada romana de San Fiz, la zona termal de Punxín y varios molinos. Todo ello en un enclave paisajístico de gran belleza.
El Ministerio de Medio Ambiente financió las obras, en las que invirtió más de un millón de euros.
Tras el esfuerzo desarrollado, los senderistas repusieron fuerzas en la meta con empanada, fruta y refrescos, en donde fueron recibidos con la música de un trío de saxofonistas.
Las obras están prácticamente concluidas, ya que únicamente faltan por acondicionar 50 metros del sendero que accede a una de las pasarelas y colocar los paneles informativos de entrada en el camino, que ya dispone de los correspondientes letreros con las distancias marcadas de los diferentes tramos. Además del acondicionamiento del sendero, el proyecto incluyó la construcción de dos pasarelas, la recuperación de tres molinos, la dotación de áreas de descanso y un mirador.
A lo largo del trayecto, que sorprendió a los participantes en la andaina, se descubren lugares tan emblemáticos como el puente medieval y la calzada romana de San Fiz, la zona termal de Punxín y varios molinos. Todo ello en un enclave paisajístico de gran belleza.
El Ministerio de Medio Ambiente financió las obras, en las que invirtió más de un millón de euros.
