La familia propietaria de la rectoral de Anllo, en San Amaro, declara estar dispuesta a dialogar para poner fin al conflicto con la asociación de vecinos de la localidad por causa de la titularidad de un manantial y lavadero. La asociación de vecinos y el propio Concello defienden que siempre ha sido utilizado por el pueblo y que a raíz de la venta de la rectoral, los nuevos propietarios levantaron un muro, impidiendo el acceso.
La familia también se mostraba sorprendida porque "de esa agua se surte la rectoral y es escasa, por lo que no entendemos que digan que es pública teniendo en cuenta que en la escritura del Obispado no aparece nada público". Añade que en abril o principios de mayo regresan de Panamá y que están en la mejor disposición "de hablar a ver si se puede llegar a un acuerdo".
El alcalde de San Amaro, Rubén Gómez,coincide con los vecinos en que el manantial es público, que siempre ha sido utilizado por el pueblo, pero "antes de tomar medidas quero falar con eles porque están dispostos a facelo".
Entre tanto, la asociación de vecinos echa en cara al regidor que ni siquiera haya enviado la documentación que recabaron para la Confederación Hidrográfica Miño-Sil con el fin de registrar las aguas. La presidenta, Mónica Carramal, tiene sus dudas de que el conflicto se vaya a solucionar por la buenas porque "cando quixemos medir a propiedade non poidemos acceder e tivemos que contratar a un técnico que utilizou un dron, resultando que as medidas que están no catastro non coinciden coa realidade, e que se apropiaron de espazo público". En relación al Concello, señala que "é quen ten que reclamar que eso é público, é a quen lle corresponde defendelo"
El levantamiento de un muro coincidiendo con las reformas que se están llevando a cabo en el inmueble fue denunciado por la asociación ante el concello, exigiendo que tomara las medidas necesarias para restablecer el acceso público a la fuente. Asimismo, "y para evitar que este tipo de problemas se repitan, se ha solicitado la declaración de dominio público de la fuente y lavadero, y su inclusión en el Inventario de Bienes Municipales", matiza la entidad.
Dada la actitud del Concello, que se mantiene a la espera de negociar, y también de los propietarios y del propio Obispado, la asociación considera que "han demostrado un manifiesto desprecio por los bienes del pueblo de Anllo y por sus vecinos".
Por su parte, el Obispado afirma que las competencias sobre la rectoral son ahora de los nuevos propietarios. Además, matizan los responsables eclesiásticos que cuando se hizo la venta se publicitó debidamente y que en ningún momento tuvieron referencia de ningún posible conflicto.
