La denunciante, de 88 años, cuando se enteró que ya no tenía dinero en la cuenta del banco "solo quería morir"
Una sentencia del Penal 2 impuso dos años de cárcel a Manuel G.A. por un delito de apropiación indebida, además de la devolución de los 7.350 euros sustraídos de la cuenta corriente de su tía de 88 años, ingresada en un geriátrico. El fiscal, que en un principio no acusaba en este proceso, modificó sus conclusiones en el juicio para solicitar la condena del imputado.
Este último, según se considera probado, fue autorizado por su tía I.G.V. para que le gestionara la cuenta abierta en el Banco Pastor de Carballiño en el momento en que ingresó en una residencia de ancianos, en noviembre de 2012.
La jueza asegura que el acusado, "abusando de la confianza depositada en él por su tía, además de abonar los gastos de la residencia, se apropió en su propio beneficio y sin autorización ni consentimiento de al menos 7.485 euros, entre el 12 de febrero de 2014 y el 20 de agosto de 2015, hasta dejar la cuenta en saldo negativo". De hecho, la denunciante contrajo una deuda con el geriátrico Residencia Pena da Sela que terminó de abonar un mes antes de la celebración del juicio.
La ponente no se cree la versión del inculpado de que retiraba más dinero del que costaba la residencia para satisfacer las necesidades de su tía: vestimenta, alimentación, peluquería, taxis, restaurantes... "Sorprendentemente, no ha presentado ni un solo ticket acreditativo de todos esos supuestos pagos que hizo para las atenciones de I.G.V."., destaca el fallo.
En el juicio, llegó a reconocer que se quedaba con algo de dinero porque su tía se lo daban pero la perjudicada contradijo esa manifestación.
La mujer llegó a decir que cuando le dijeron que ya no tenía dinero en la cuenta "sólo quería morir".
