El bar Centro de Beariz sopla 50 velas

El Bar Centro de Beariz cumple este domingo 50 años, aunque la celebración de este aniversario se ha retrasado en unos días por causa de la pandemia del covid-19. El negocio es todo un referente en este municipio desde que Julio Rodríguez Gulías el 21 de junio de 1970 cumplía su sueño, inaugurando el local después de haber emigrado a México previamente para lograr su independencia económica. Dos años después se casaba con Celia Muradás Cerdeira y lo que empezó siendo solamente un café se fue ampliando, primero recogiendo el testigo de la madre de Julio, que daba comidas enfrente, convirtiéndose en restaurante, y con el paso del tiempo también en hospedaje, siguiendo los pasos de los progenitores de Julio, con el fin de ofrecer un servicio completo a los trabajadores que estaban en la zona procedentes de distintos lugares de Galicia. Era la década de los años 80 del siglo pasado, cuando los emigrantes empezaron a construir grandes casas activando la economía de todo este entorno de la comarca natural Terra de Montes. Ambiente del Bar Centro de Beariz. "Utilizábamos para la comida productos de la zona y nos abastecíamos en la plaza de abastos de Pontevedra de productos del mar. En esa época los pueblos estaban llenos de vida dado que los emigrantes pasaban aquí largas temporadas. También había una sala de fiestas, La Campana, y nuestro establecimiento era el lugar de reunión antes de ir a bailar", afirma Julio Rodríguez. El matrimonio, que tiene cuatro hijos, ya está ahora jubilado, pero el Bar Centro sigue funcionando, desde hace un año en manos de Mari Carmen Bugallo, que junto con su marido Miguel Cendón, y sus hijas han tomado el relevo. Sigue siendo un lugar de reunión de amigos, para desayunar en familia, para jugar la partida, y dispone de servicio de loterías y prensa. Ana Rodríguez, ingeniera técnica forestal, una de los hijos de Julio y Celia, considera que "los próximos años se presentan interesantes en relación al Camino da Geira e dos Arrieiros". Se abren nuevas posibilidades con el paso de peregrinos y por ello ha habilitado un piso turístico en el mismo edificio con "todos los servicios de un lugar en el que el trato humano es esencial", concluye.