La explosión en una caldera obligó a cerrarlo a principios de septiembre y sigue sin funcionar

Los carniceros temen que no se reabra el matadero local

Instalaciones del matadero de carne carballiñés. (Foto: MARCOS ÁTRIO)
La sociedad Carnes de Carballiño, que gestiona el matadero municipal , y el Concello buscan una solución para reabrir las instalaciones, que están sin funcionar desde el día 3 del pasado mes de septiembre. El matadero se había cerrado a raíz de una explosión que se produjo en la caldera que se utiliza para calentar el agua y generar vapor y, aunque ya se ejecutaron las reparaciones de los daños que causó en el edificio, por el momento no se ha instalado una nueva caldera, cuyo coste ronda los 40.000 euros.
El retraso en la reapertura de este servicio está suscitando dudas sobre su continuidad entre el sector de los carniceros de la comarca, que habitualmente utilizan estas instalaciones propiedad del Concello de Carballiño para sacrificar los animales.

El matadero está gestionado por una sociedad que aglutina a cerca de una veintena de profesionales del municipio, pero que presta servicio a toda la comarca, a algunos concellos de O Ribeiro e incluso, en menor medida, de Lugo, A Cañiza y Soutelo de Montes, entre otros.

El gobierno municipal busca ahora una solución junto con la sociedad para financiar la caldera y su instalación y, además, para formalizar un nuevo contrato de adjudicación de la gestión del establecimiento, teniendo en cuenta que el anterior concluyó a 31 de diciembre del pasado año. Aunque por el momento, las autoridades locales no han tomado una decisión al respecto, puesto que están analizando las posibilidades, y no se descarta que se convoque un nuevo concurso para la adjudicación. En cuyo caso, los responsables de Carnes de Carballiño ya confirmaron su interés por volver a optar en el caso de que fuese necesaria una nueva convocatoria.

El presidente de la entidad, Carlos Obenza, se mostró confiado en que el matadero se abrirá de nuevo, aunque no pudo precisar cuándo, pendiente de que el Concello aclare el proceso que se deberá seguir, ya sea para formalizar un nuevo contrato o para convocar un nuevo concurso.

Entre tanto, los carniceros siguen dejando los animales en el matadero, y Carnes de Carballiño se encarga de trasladarlas a Ourense para su sacrificio. No obstante, varios profesionales, que prefieren mantener su anonimato, han manifestado su preocupación por un posible cierre definitivo que les obligaría a utilizar otros mataderos, lo que les supondría un mayor coste, sobre todo en transporte.

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