El censo provisional del año 2023 indica que la comarca de Carballiño ha conseguido aumentar su población en relación al censo oficial del 2022, si bien de un modo reducido, puesto que dicho aumento se traduce en 7 nuevos habitantes. Estos datos deberán ser confirmados con el cierre definitivo del padrón a 1 de enero del 2024, y las revisiones que llevará a cabo el INE (Instituto Nacional de Estadística) hasta dar por definitivos los resultados.
“Este crecimiento es muy dispar desde el punto de vista espacial y, de ningún modo asegura el relevo generacional de la población, ni el fin del largo ciclo de perdida de efectivos demográficos que experimenta la comarca y el conjunto de la provincia”, señala el alcalde de Carballiño, Francisco Fumega.
Los datos de finales del siglo XX y de comienzos del actual son reveladores de la sangría demográfica que vivió la comarca, que pasó de los 31.069 habitantes del padrón de 1991 a tan solo los 26.229 que se recogen en el padrón provisional de 2023, suponiendo dichas mermas poblacionales un 15’6% entre ambos periodos en el conjunto de la comarca. No obstante, este último saldo positivo después de muchos años, “supone un cambio de rumbo demográfico en la comarca”, matiza el regidor.
Pérdidas
Entre los años 1991 y el momento actual, todos los municipios de la comarca perdieron población a excepción de Carballiño. Beariz, Boborás, O Irixo y San Cristovo de Cea, que perdieron más del 40% de sus efectivos demográficos. Piñor y San Amaro vieron desaparecer el 36% de sus vecinos y Maside y Punxín entre el 20% y el 30%.
En la actualidad, salvo Beariz, San Cristovo de Cea y Maside (en menor medida), que pierden población, los seis restantes presentan saldos positivos, lo que “permite albergar, con muchas cautelas, cierta esperanza”, matiza Fumega.
Además, es la única comarca y villa de la provincia que presenta ese saldo positivo. “La llegada de inmigrantes es la verdadera explicación de esta leve recuperación”, añade el regidor. La comunidad que más aportes realizó es la venezolana, junto con colombianos, argentinos, ucranianos y de otros países del este y dominicanos, que se unen a los de Mexico, Panama, Portugal o Brasil.
Oferta escolar y viviendas baratas
Carballiño consigue mantener una tendencia ascendente que se viene repitiendo en las últimas revisiones censales, incrementando su población en 52 nuevos residentes. También llama la atención el caso de O Irixo, que incrementa 28 habitantes.
La alcaldesa, Susana Iglesias, celebra este repunte, que considera se debe a los servicios extraescolares que se ofrecen en el colegio y al bajo coste de las casas para su restauración. “Hay familias que vinieron en la pandemia y se han quedado. La mayoría son descendientes de emigrantes en el País Vasco, aunque también hay algunas de fuera como una de Málaga que se asentó aquí escapando de las olas de calor”.
La regidora manifiesta su intención de mejorar los servicios “para que no se marchen” y anuncia que van a iniciar una campaña puerta a puerta para comprobar las necesidades de los vecinos y “para explicarles lo que ofrecemos desde el Concello”.
El regidor carballiñés, Francisco Fumega, valora que en el caso de Carballiño y Piñor, “con cierto desarrollo del sector industrial, con un polígono muy activo en el primer caso, y un sector de la madera y ataúdes bastante dinámico en el caso de Piñor, explican en gran medida el poder de atracción que tienen sobre los nuevos inmigrantes”.
