La Corporación de Carballiño aprobó por unanimidad devolver las tasas cobradas por servicios que no se prestaron debido al confinamiento y restricciones por causa de la pandemia, según la moción que defendió la edil de Espazo Común, Érika Paz. Se trata de los cobros a los usuarios de las escuelas deportivas, que por ser anuales ya habían sido abonados. Aunque los grupos de la oposición insistieron en que la medida debía hacerse extensible a otras escuelas municipales, al mismo tiempo que instaban a agilizar las devoluciones teniendo en cuenta que corresponden al 2020 y que está a punto de finalizar el 2021, según puntualizaba la concejala del PP, Lidya Almonte.
El portavoz del grupo de gobierno socialista, Diego Fernández, informaba que el expediente de oficio ya está en marcha y que si se concretaban las devoluciones en las escuelas deportivas es porque en las otras los pagos son mensuales o porque siguieron trabajando vía telemática.
Manuel Vázquez (Espazo Común) abría un intenso debate en torno a las subvenciones concedidas por el Concello a distintos colectivos, señalando que lo ordinario, tal y como lo contempla la ley, es que se otorgue la mayoría por concurrencia competitiva y no de forma directa. El edil señalaba que de los 300.000 euros concedidos en 2021, el 90% se concedió de manera nominal y solamente 30.000 euros fueron por concurrencia competitiva. En consecuencia criticaba a los socialistas por defender la concurrencia en la Diputación, mientras en el Concello hacen lo contrario. En esa misma línea se pronunciaba la portavoz del BNG, Sofía García, mientras el “popular”, Ricardo Perea, se inclinaba hacia la fórmula defendida por Diego Fernández para que los colectivos sepan con seguridad lo que van a recibir y se evite así la desaparición de eventos, En ese sentido, propuso como solución incrementar la cantidad para la concurrencia competitiva.
El portavoz del gobierno municipal aseguró que de esa forma se garantiza que los beneficiarios reciban con tiempo las ayudas y que en todo caso se cuenta con el acuerdo de todos ellos. Algo que corroboraba el alcalde en funciones, Manuel Dacal, quien matizaba que “o que se fai repercute para ben no pobo e todos os colectivos están contentos”.
Así, la moción de Espazo Común, era rechazada por el PSOE y PP, votando a favor el BNG.
De “chafallada administrativa” calificó Manuel Vázquez la propuesta del gobierno para aceptar las instalaciones del antiguo centro comarcal con vistas a iniciar seguidamente un expediente de reversión para que vuelvan a pasar a la Xunta, debido a que los socialistas no aportaban ninguna petición escrita por parte de la Administración autonómica. La oposición advertía que el edificio está en muy mal estado y que una vez aceptado podría suponer una carga económica para el Concello. Diego Fernández explicaba que la petición había sido de palabra y que urgía este trámite para que la Xunta acondicione el edificio y accesos con vistas a crear un servicio de empleo, entre otros usos, como las oficinas agrarias. Con los votos en contra de Espazo Común y BNG, y la abstención del PP, se aprobaba la propuesta.
Sofía García recibía también el respaldo unánime a la moción para incrementar los recursos en la lucha contra la violencia de género, con el fin de adquirir compromisos presupuestarios, legislativos y políticos. Finalmente, el pleno rechazó la propuesta del PP para redactar una nueva ordenanza que regule el cobro de la plusvalía a raíz de los cambios incorporados por el Gobierno del Estado. “En Carballiño estase cobrando o máximo que permite o decreto lei e pode ser menos”, apuntaba Perea. Diego Fernández indicaba que la ordenanza estará lista en enero.
