El Concello encarga reparar el reloj de la Casa Consistorial

Los relojeros contratados por el Ayuntamiento de A Coruña para arreglar el reloj de la Plaza de María Pita visitaron el Concello de Carballiño para revisar el reloj municipal y elaborar un proyecto para su restauración y puesta a punto. Hace tiempo que su funcionamiento no es el idóneo por lo que necesita una reparación integral con el fin de que funcionen de manera óptima todas las esferas. El reloj de la Casa Consistorial de Carballiño fue sentido como una necesidad y utilidad reconocida por todo el vecindario, según se recoge en la sesión plenaria del 12 de mayo de 1861, en la que se acuerda la "conveniencia de un reloj de torre en la consistorial de esta villa, por consiguiente la utilidad de esta obra no puede estimarse bien hasta conocer prácticamente la diferencia que existe entre poseer y carecer de hora fija para todas las operaciones del trabajo, del tráfico, del comercio, de la labranza y de todos los actos públicos de esta corporación y procura al mismo tiempo a nuestros administrados el indicador de las horas que regula y metodiza sus costumbres", según consta en acta. Será 157 anos después de la recepción de las obras cuando se acometa una limpieza y reparación del reloj municipal "que marcó la vida de numerosas generaciones de carballineses, de la mano de los relojeros que acaban de dar nueva vida al emblemático reloj de María Pita y que están trabajando en el presupuesto y el estudio de las necesidades y reparaciones que necesita el viejo reloj", señala el alcalde, Francisco Fumega. A pesar de hallarse por aquel entonces el ayuntamiento totalmente endeudado, la corporación acuerda adquirir una máquina de reloj con sus correspondientes campanas de cuartos y horas, acordando igualmente realizar su pago a plazos, no pudiendo exceder su importe de 50.000 reales a pagar en 5 años. Como bien lo recoge el Boletín Oficial de la Provincia que señala la necesidad de reglamentar el servicio de usos de riegos y satisfacer dichas necesidades. 500 reales por limpiar y dar cuerda En el pleno del 28 de julio de 1861 se acuerda "que se adscriba con el Sr. Conde, relojero de Ourense, para que se presente a formar plano y presupuesto de un reloj compuesto de cuartos y horas con campana de 40 a 60 arrobas". El reloj fue presupuestado en 49.200 reales y se adjudicó a Andrés Gómez la construcción de la torre de hierro y a José Meijoeiro la torre de piedra que necesitaba. Era a comienzos del año 1863 cuando se aprueba un presupuesto adicional para la adquisición de la campana del reloj y en el pleno de enero de 1864 se da cuenta del presupuesto, en el que aparece aprobada una partida de 500 reales para el encargado de limpiar y dar cuerda al reloj municipal. Será en el mes de septiembre de 1864, tres años después de que la corporación aprobara su instalación, cuando se producía la recepción definitiva de las obras del reloj municipal, que desde entonces da las horas desde la Casa Consistorial de Carballiño, formando parte de la historia de este pueblo.