Ayer concluyó el plazo concedido por el Concello de Carballiño a los carniceros del municipio que desde el año 1990, en que se creó el servicio, se encargaron de su gestión, para que procediesen a reparar la caldera que provocó una explosión en septiembre del pasado año y que obligó a cerrar el establecimiento.
Los responsables de la sociedad 'Carnes de Carballiño' declararon que no realizaron las reparaciones porque 'non temos cartos', recordando que el Concello no les permitió seguir trabajando en el matadero porque hacía más de un año que había vencido el contrato y, en consecuencia, era necesario convocar un nuevo concurso.
El alcalde, Argimiro Marnotes, anunciaba ayer que se estudiarán las medidas legales necesarias para reclamar a los antiguos responsables del matadero que reparen los desperfectos, que han sido valorados en aproximadamente 30.000 euros. El objetivo del Concello está en convocar en próximos días el concurso para adjudicar su gestión, en la que parecen estar interesados los siete matarifes que se han quedado sin trabajo. A los carniceros también les supone un gasto de 20 euros más por animal trasladado a otros mataderos.
El alcalde, Argimiro Marnotes, anunciaba ayer que se estudiarán las medidas legales necesarias para reclamar a los antiguos responsables del matadero que reparen los desperfectos, que han sido valorados en aproximadamente 30.000 euros. El objetivo del Concello está en convocar en próximos días el concurso para adjudicar su gestión, en la que parecen estar interesados los siete matarifes que se han quedado sin trabajo. A los carniceros también les supone un gasto de 20 euros más por animal trasladado a otros mataderos.
