El vecino que denunció el ruido decide suspender la huelga de hambre a petición del alcalde

El conflicto de los altavoces de Cameixa llega al Obispado

Los altavoces de la discordia, en el campanario de la iglesia de San Martiño de Cameixa. (Foto: MARTIÑO PINAL)
El Concello de Boborás ha abierto un expediente para realizar la medición del sonido que emiten los altavoces situados en el campanario de la iglesia de San Martiño de Cameixa a raíz del escrito que presentó el pasado martes Juan Ruiz, vecino de Morouzón, que ha solicitado a las autoridades locales que se aplique la ley de control de contaminación acústica. Este vecino afirma que suenan día y noche las horas y las medias del reloj de la iglesia a través de los altavoces y a un volumen excesivo que no le permiten dormir. Además, emiten cada uno de los cultos religiosos que se celebran en la parroquia.
Con tal motivo, el alcalde de Boborás, Cipriano Caamaño, contactaba ayer con el Obispado para exponer la situación, quedando emplazado para una próxima conversación de la que espera una solución 'en la que se conjuguen los intereses de todos', puntualizó. En ese sentido, Cipriano Caamaño prevé que se llegue a un acuerdo en este conflicto que mantiene dividida a la parroquia, entre los que desean que se retiren los altavoces y los que quieren que se mantengan, y que podría consistir, según indicó el regidor, 'en que se apaguen durante la noche e incluso se modere el sonido por el día. Es algo que sabré en tres o cuatro días', concluye.


OBISPADO

En consecuencia, el Concello de Boborás comunicaba al mediodía de ayer no sólo la apertura del expediente sino también los contactos mantenidos con los responsables del Obispado. El objetivo de las autoridades locales radica en acabar con el conflicto vecinal y también evitar la medida de protesta anunciada por Juan Ruiz, que consiste en iniciar una huelga de hambre indefinida el próximo 22 de este mes de diciembre, hasta que se solucione su problema. El denunciante declaraba, tras la comunicación del Concello, que 'paralizo la huelga porque me dijeron que realizarán las mediciones de sonido y les tengo que conceder un margen de tiempo para hacerlo, puesto que no disponen de los medidores'.

Por su parte, el alcalde Cipriano Caamaño se mostraba optimista, en el sentido de que 'creo que se va a solucionar el problema y pienso que ya no será necesario realizar la medición'.

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