La disponibilidad de un arcón congelador, que le supuso a Cruz Roja de Carballiño un desembolso de más de 600 euros, permite a la agrupación recoger alimentos perecederos y distribuirlos según las necesidades de los demandantes.
El presidente de la agrupación local, Modesto Ojea, declaraba que con tal motivo durante este último verano los carballiñeses han sido especialmente generosos en la donación de productos de sus huertas particulares. De esta forma, han recogido y repartido en torno a los 2.000 kilos de pimientos, tomates, berenjenas, judías y lechugas, además de huevos caseros y otros alimentos como pollos, junto con las 500 truchas capturadas por la Sociedad de Pesca Arenteiro.
Ha sido precisamente a raíz de la iniciativa de los pescadores cuando los responsables de Cruz Roja en esta comarca decidieron comprar el congelador, teniendo en cuenta que la crisis ha incrementado el número de familias que necesitan alimentos frescos, sobre todo para los niños.
En estos momentos, se presta ayuda a un total de 162 personas, 20 más que durante el pasado año, pero lo más preocupante es que entre ese colectivo hay 12 bebés menores de dos años y otros 23 niños que tienen edades comprendidas entre los dos y los ocho años. De ahí que la donación de alimentos frescos se haya convertido en una necesidad primordial. Por otra parte, Cruz Roja continúa haciendo el reparto cada dos meses de los alimentos excedentes de la Unión Europea.
El próximo 4 de noviembre, un camión cedido por el Concello de Carballiño se desplazará hasta Ourense para recoger dos toneladas de alimentos imperecederos que distribuirán posteriormente los voluntarios de esta agrupación.
Asimismo, Modesto Ojea anunció que en estos días han puesto en marcha el préstamo de sillas de ruedas, camas plegables, una grúa y otros elementos como colchones especiales para personas dependientes. Ojea advierte que 'tenemos un número limitado, por lo que estamos atendiendo las necesidades más acuciantes'.
Cruz Roja también continuará recogiendo alimentos en los supermercados con los que ha llegado a un acuerdo para que los clientes depositen en ellos sus donativos, además del ropero y otras actividades a lo largo del año como apoyo escolar, teleasistencia, acompañamiento de mayores, cursos y talleres, entre otras.
Ha sido precisamente a raíz de la iniciativa de los pescadores cuando los responsables de Cruz Roja en esta comarca decidieron comprar el congelador, teniendo en cuenta que la crisis ha incrementado el número de familias que necesitan alimentos frescos, sobre todo para los niños.
En estos momentos, se presta ayuda a un total de 162 personas, 20 más que durante el pasado año, pero lo más preocupante es que entre ese colectivo hay 12 bebés menores de dos años y otros 23 niños que tienen edades comprendidas entre los dos y los ocho años. De ahí que la donación de alimentos frescos se haya convertido en una necesidad primordial. Por otra parte, Cruz Roja continúa haciendo el reparto cada dos meses de los alimentos excedentes de la Unión Europea.
El próximo 4 de noviembre, un camión cedido por el Concello de Carballiño se desplazará hasta Ourense para recoger dos toneladas de alimentos imperecederos que distribuirán posteriormente los voluntarios de esta agrupación.
Asimismo, Modesto Ojea anunció que en estos días han puesto en marcha el préstamo de sillas de ruedas, camas plegables, una grúa y otros elementos como colchones especiales para personas dependientes. Ojea advierte que 'tenemos un número limitado, por lo que estamos atendiendo las necesidades más acuciantes'.
Cruz Roja también continuará recogiendo alimentos en los supermercados con los que ha llegado a un acuerdo para que los clientes depositen en ellos sus donativos, además del ropero y otras actividades a lo largo del año como apoyo escolar, teleasistencia, acompañamiento de mayores, cursos y talleres, entre otras.
