El falso techo del despacho de la juez del Juzgado número 1 de Carballiño se vino abajo durante la madrugada de ayer martes cuando el edificio ya estaba cerrado, por cuyo motivo, nadie resultó herido, si bien, obligó a paralizar la actividad durante casi toda la mañana de ayer, incluyendo la suspensión de varios juicios. El personal se encontraba a primera hora con los destrozos en esta dependencia que es una de las que había sido reformada en el año 1995, con motivo de un proyecto de ampliación que se había ejecutado por aquel entonces en instalaciones judiciales.
La paralización de la actividad, incluidas las vistas previstas en el número 2, se decidía en tanto no se certificó por los servicios de prevención de la Xunta que no había peligro de nuevos derrumbes.
Abogados que habitualmente trabajan en ambos juzgados manifestaban su preocupación porque 'si hubiese alguien en el despacho es probable que lo matara'. El peligro resulta evidente porque la escayola que se desprendió, dejando al descubierto un hueco de aproximadamente seis metros cuadrados, tiene incrustados un buen número de ladrillos.
Hasta el Pazo de Xustiza se desplazaron técnicos de la Xunta que, tras realizar una inspección de la techumbre, certificaron que no revestía peligro y que las instalaciones están en perfecto estado para el desarrollo normal de la actividad diaria.
El responsable del sindicato UGT Justicia de Galicia, Manuel González Carvajal, declaraba que después de 18 años desde la ejecución de las obras realizadas para la ampliación de los despachos de los jueces, 'esto se produce por la mala ejecución por parte de la empresa
adjudicataria y la falta de control por parte de la Xunta, al suprimir un tabique cortando por la parte superior y dejando suspendida una fila de ladrillos'.
ESCRITO A XUSTIZA
A primera hora de la mañana, miembros del servicio de prevención de UGT se desplazaron al juzgado para ver lo que había pasado, presentando un escrito dirigido a la Dirección de Xustiza, donde se solicitaba que se paralizase la actividad judicial entre tanto no se cumpliese lo establecido en el Real Decreto 486/97 sobre los lugares de trabajo, que establece las características en cuanto a la solidez, estabilidad así como las cargas que tienen que soportar los tabiques, según indicó González Carvajal. Además, añadió que se encargaron de solicitar que el servicio de prevención de la Xunta realizase la correspondiente visita para ver si cumplía con la normativa.
Hasta que concluyó la revisión ocular por parte de los técnicos de la Administración autonómica, que certificaron que no había ningún riesgo en torno a las 12,30 horas, se suspendieron los juicios 'por no saber si el derrumbe había afectado a la sala de vistas', puntualizaba el sindicalista.
Abogados que habitualmente trabajan en ambos juzgados manifestaban su preocupación porque 'si hubiese alguien en el despacho es probable que lo matara'. El peligro resulta evidente porque la escayola que se desprendió, dejando al descubierto un hueco de aproximadamente seis metros cuadrados, tiene incrustados un buen número de ladrillos.
Hasta el Pazo de Xustiza se desplazaron técnicos de la Xunta que, tras realizar una inspección de la techumbre, certificaron que no revestía peligro y que las instalaciones están en perfecto estado para el desarrollo normal de la actividad diaria.
El responsable del sindicato UGT Justicia de Galicia, Manuel González Carvajal, declaraba que después de 18 años desde la ejecución de las obras realizadas para la ampliación de los despachos de los jueces, 'esto se produce por la mala ejecución por parte de la empresa
adjudicataria y la falta de control por parte de la Xunta, al suprimir un tabique cortando por la parte superior y dejando suspendida una fila de ladrillos'.
ESCRITO A XUSTIZA
A primera hora de la mañana, miembros del servicio de prevención de UGT se desplazaron al juzgado para ver lo que había pasado, presentando un escrito dirigido a la Dirección de Xustiza, donde se solicitaba que se paralizase la actividad judicial entre tanto no se cumpliese lo establecido en el Real Decreto 486/97 sobre los lugares de trabajo, que establece las características en cuanto a la solidez, estabilidad así como las cargas que tienen que soportar los tabiques, según indicó González Carvajal. Además, añadió que se encargaron de solicitar que el servicio de prevención de la Xunta realizase la correspondiente visita para ver si cumplía con la normativa.
Hasta que concluyó la revisión ocular por parte de los técnicos de la Administración autonómica, que certificaron que no había ningún riesgo en torno a las 12,30 horas, se suspendieron los juicios 'por no saber si el derrumbe había afectado a la sala de vistas', puntualizaba el sindicalista.
