La reforma laboral no resolverá, al menos en un plazo breve de tiempo, el problema del paro.
A esta conclusión llegó el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Vigo Jaime Cabeza Pereiro. 'Esta reforma non reducirá o desemprego', aseguró. El abogado especialista en Derecho Laboral Alfredo Briales de Porcioles no se mostró tan rotundo, pero sí retrasó sus efectos beneficiosos, pues dijo que 'ninguna reforma crearía empleo ahora. Aunque sí lo hará dentro de cinco años'. Ambos intervinieron en el Foro La Región, organizado en colaboración con la Asociación Empresarial de Valdeorras y que ayer reunió a empresarios, sindicalistas, políticos y trabajadores en la Casa Río Cigüeño, de O Barco.
Los ponentes fueron relatando las principales medidas recogidas en el Real Decreto-ley 3/2012. Jaime Cabeza la criticó abiertamente. 'Non me gusta. Favorece ás empresas', dijo. A continuación, desentrañó los conceptos esenciales de las medidas para favorecer la flexibilidad laboral aprobadas por el Gobierno. Las críticas se sucedieron para los periodos de prueba de un año o las facilidades que tendrán las empresas de trabajo temporal.
El orador también destacó cómo la nueva norma 'incrementa as posibilidades de actuación unilateral por parte das empresas', al facilitar el cambio de las funciones de los trabajadores. Otras quejas suyas fueron para las variaciones introducidas en las normas de los despidos, como la desaparición de los salarios de tramitación.
La opinión del abogado y empresario Alfredo Briales es muy distinta a la de Jaime Cabeza. Defendió que 'la reforma regula las condiciones laborales, según las circunstancias', algo que 'las organizaciones sindicales y empresariales pueden tener en cuenta'.
Planteó que la reforma 'intenta poner un poco más de peso en el lado empresarial para que genere empleo. La reforma no lo generará por sí sola'. Alfredo Briales también resaltó que favorecerá un mayor dinamismo en unas empresas que ya no compiten con 'las que están al lado, sino con las chinas y las de otros países'. Además, consideró 'más barato incentivar empresas que pagar prestaciones por desempleo', refiriéndose a los nuevos contratos.
Los ponentes fueron relatando las principales medidas recogidas en el Real Decreto-ley 3/2012. Jaime Cabeza la criticó abiertamente. 'Non me gusta. Favorece ás empresas', dijo. A continuación, desentrañó los conceptos esenciales de las medidas para favorecer la flexibilidad laboral aprobadas por el Gobierno. Las críticas se sucedieron para los periodos de prueba de un año o las facilidades que tendrán las empresas de trabajo temporal.
El orador también destacó cómo la nueva norma 'incrementa as posibilidades de actuación unilateral por parte das empresas', al facilitar el cambio de las funciones de los trabajadores. Otras quejas suyas fueron para las variaciones introducidas en las normas de los despidos, como la desaparición de los salarios de tramitación.
La opinión del abogado y empresario Alfredo Briales es muy distinta a la de Jaime Cabeza. Defendió que 'la reforma regula las condiciones laborales, según las circunstancias', algo que 'las organizaciones sindicales y empresariales pueden tener en cuenta'.
Planteó que la reforma 'intenta poner un poco más de peso en el lado empresarial para que genere empleo. La reforma no lo generará por sí sola'. Alfredo Briales también resaltó que favorecerá un mayor dinamismo en unas empresas que ya no compiten con 'las que están al lado, sino con las chinas y las de otros países'. Además, consideró 'más barato incentivar empresas que pagar prestaciones por desempleo', refiriéndose a los nuevos contratos.
