REPORTAJE

El mejor amigo... de la oveja

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photo_camera Limia dando de mamar al lechazo y a su propio cachorro.

El rebaño de Gerardo Taboada no ha vuelto a sufrir ataques desde que cuenta con una pareja de mastines. Limón y Limia conviven con las ovejas al aire libre y la perra incluso amamanta a un cordero junto a su cachorro.

Una pareja de mastines mantiene a salvo un rebaño de 32 ovejas y 27 corderos en una finca de más de 5 hectáreas en O Irixo. Por algo los llaman los guardianes del ganado, ya que Gerardo Taboada no ha vuelto a tener ni una sola baja desde hace cinco años por causa del ataque ni de perros ni tampoco de lobos. Por eso a este vecino de Irixo se le llena la boca hablando de Limón y Limia, que han hecho posible que continuara con la explotación ovina, que con anterioridad había sido objeto de varios ataque de perros de la misma zona, y narra como en una ocasión un solo pastor alemán mató 11 cabezas, "solo por diversión, porque no se las comió".

La seguridad es plena, hasta el punto de que ovejas y perros conviven en el campo día y noche, incluso crían al aire libre, y el ganadero sólo se acerca a ellos para alimentar a los mastines o cuando recoge algún cordero, que habitualmente vende a otra explotación, ya que por tratarse de la oveja autóctona gallega tiene una gran demanda.

Limia acaba de tener un cachorro, que juega a diario con los corderos como si fuera uno de ellos. Y es que la perra ha sorprendido al ganadero cuando una mañana la encontró amamantando a un lechazo que había rechazado una oveja primeriza. "No me lo podía creer y pregunté al veterinario si había algún riesgo y me dijo que no, ahora de todas formas le estoy dando el biberón en casa". Los guardianes, que tienen un peso entre 80 y 90 kilos, se toman muy en serio su responsabilidad y no permiten que ningún animal ni persona se acerque al rebaño. Duermen con las ovejas en una zona arbolada y Gerardo Taboada ha observado más de una vez que cuando se acerca de noche, mientras no perciben que es él, los mastines se ponen en pie a la defensiva y las ovejas se colocan todas detrás de ellos. Además "si los perros no caminan, ellas tampoco lo hacen", apunta el ganadero, que está tan satisfecho que también se quedará con el cachorro de Limia.

Fue el grupo ecologista Outeiro quien le cedió estos dos magníficos ejemplares criados entre ovejas. La entidad tiene algunos mastines entre rebaños y cuando considera que un ganadero sabrá cuidar bien de ellos, los regalan. Tanto Gerardo Taboada como Outeiro aseguran que los mastines son la mejor protección. El grupo ecologista va más allá e insta a la Xunta "a diferenciar entre los ganaderos que toman medidas para proteger a los animales de los ataques y aquellos que no lo hacen", porque "la conservación del lobo no puede pasar por situaciones ridículas, la protección de la especie está por encima de todo".

Outeiro se refiere a los recientes ataques en el Concello de Maside, que con los perros podrían haberse evitado. "A la Xunta le consta que en zona de lobos, la presencia de mastines evita los ataques", si bien, recomienda informarse sobre esta raza antes de adquirirla, porque "un guarda no se adiestra, se crea en los rebaños".

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