IGLESIA

El papa aprueba la canonización de un franciscano de Piñor de Cea

Casa y escultura del beato Juan Jacobo Fernández en Moire (Piñor).
photo_camera Casa y escultura del beato Juan Jacobo Fernández en Moire (Piñor).
Juan Jacobo Fernández, el beato de Moire, murió en Damasco asesinado por su devoción cristiana

El papa Francisco ha aprobado la canonización del beato Juan Jacobo Fernández, nacido en 1808 en Moire (Piñor de Cea).

El 9 de julio de 1860, ocho franciscanos y tres seglares fueron martirizados en Damasco (Siria) por su devoción cristiana, a manos de la minoría islamista de los drusos. Entre los mártires se encontraba Juan Jacobo Fernández.

No fue una muerte compleja de narrar: lo arrojaron desde el tejado de la iglesia, y como no moría, y suplicaba a Cristo con fervor, lo remataron de una cuchillada.

Con 50 años, fray Juan Jacobo se subió al Barcino, vapor que iba a conducirlo a la muerte. Atrás dejaba a su hermano Ignacio Benito, médico en Celanova, y a su sobrino Marcial, boticario en la misma localidad.

Este procedía de una familia numerosa, que lo siguió siendo después de su muerte. Eso facilitó que lo sucediesen parientes de relevancia notable. Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura en 1989, asegura en su obra Judíos, moros y cristianos, que el padre del beato, del que el escritor era tataranieto, ejerció de médico en Carballiño, desde donde cruzaba correspondencia con Jean Le Rond D’Alambert, uno de los padres de la Ilustración francesa.

Avelino Muleiro, presidente del Instituto de Estudios Carballiñeses, remitió la documentación al Vaticano y estará en Roma la fecha de la canonización, aún por decidir: “O postulador do Vaticano mandoume a resolución dicindo que por fin se aceptara a canonización de Juan Jacobo e dos outros seis compañeiros que morreron en Damasco. Vamos a ir a Roma a canonización na Praza de San Pedro, co bispo de Tui, o fillo de Camilo José Cela, Camilo José Cela Conde, e a súa muller”

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