Los pescadores amplían el paseo fluvial de O Carballiño en 8 kilómetros

El río Arenteiro en el trazado del nuevo paseo fluvial de Carballiño.
photo_camera El río Arenteiro en el trazado del nuevo paseo fluvial de Carballiño.
Los pescadores mantendrán accesible todo el año el sendero entre Arcos y el paso de Berradora

“Os carballiñeses poderán descubrir un tramo do Arenteiro descoñecido para a maioría”, apunta el presidente de la sociedad de pescadores, Alfonso Carballeda, refiriéndose a los 8 kilómetros de senderos que se añaden al paseo fluvial desde el puente de Arcos hasta el límite con el municipio de San Cristovo de Cea, en el entorno de la desembocadura del Marañao.

El primer convenio que la sociedad suscribe con el Concello de Carballiño permitirá mantener el trazado limpio de maleza y en condiciones adecuadas para que se pueda hacer el recorrido sin ninguna dificultad. De ello se encargará el guarda ríos y los pescadores durante todo el año, y a cambio la sociedad recibe una subvención de 12.000 euros.

A lo largo del trayecto, los caminantes podrán disfrutar de un entorno del Arenteiro en el que hay cascadas, molinos, pasarelas y una variada y rica vegetación. El paseo tiene dos metros de ancho y Alfonso Carballeda asegura que “sen que afecte a vexetación das ribeiras”. Forma un circuito de 4 kilómetros de ida desde el puente de Arcos, cruzando el río en la pasarela de la Berradora para regresar por la otra orilla, con una duración total de recorrido de aproximadamente una hora y cuarto.

El Bañiño de Arcos se encuentra a escasos metros de esta senda por lo que se puede considerar una continuación del paseo fluvial urbano, al mismo tiempo que enlaza en el otro extremo con una senda por el Marañao que se encuentra en territorio de San Cristovo de Cea. 

El convenio resulta beneficioso tanto para los pescadores como para el Concello de Carballiño, ya que por un lado se oferta una nueva y desconocida ruta de senderismo y, por otro, la sociedad recibe la ayuda económica con la que espera equilibrar el presupuesto anual, cuyos ingresos se están reduciendo en gran medida por causa de la sequía, que causó mortandad en la Piscifactoría de Carballiño, lo que obligó a soltar menos ejemplares en la presente temporada.

De esta forma, de las 30.000 truchas cuya crianza completaba la sociedad de pescadores en el canal que tiene en Toscaña, esta temporada se redujeron a 8.500 ejemplares, lo que ha provocado también una disminución de los permisos de pesca.

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