Joaquín Moldes es uno de los vecinos de la comarca de Carballiño más luchadores y reivindicativos de los derechos y servicios públicos. El agua contaminada en Punxín lo llevó junto a otros residentes del municipio a encerrarse durante más de 15 días en la Casa del Concello hasta que las autoridades competentes en la materia solucionaron el problema. La reclamación de un transporte público adecuado a las necesidades de los ciudadanos también fue motivo de movilizaciones. Ahora, sus demandas se dirigen a la dignificación de los artistas y sus obras.
Joaquín Moldes ha iniciado su nueva faceta como pintor con sendas exposiciones, la primera en el Marcos Valcárcel y desde el pasado 13 de julio en la sala del Auditorio Manuel María de Carballiño, en donde presenta “Arraigos”. No obstante, el artista mostraba su indignación por el funcionamiento de estas instalaciones municipales en las que “fago as funcións de conserje e iso non ten sentido”, considerando que el hecho de que no haya personal disponible para atender la sala de exposiciones y en general el auditorio “restrinxe a cultura”, porque habrá otros artistas que no podrán disponer del tiempo suficiente para atender al público en horario de 12,00 a 14,00 y de 17,00 a 21,00 horas por la semana y de 11,00 a 14,00 horas los sábados y domingos.
Como medida de protesta ha esparcido un buen número de sus pinturas por el suelo y amenaza con destruir una cada día a partir del próximo 24 de julio, hasta un total de 32, “por un auditorio vivo”, explica. “Nós estamos dispostos a dialogar pero sen coaccións”, manifestaba el concejal de Cultura, Diego Fernández, que anunciaba una reunión con el artista.
