O CARBALLIÑO

La residencia de ocio acogerá familias sirias

photo_camera La Residencia do Tempo Libre de Carballiño está situada cerca del Parque municipal.

El Concello está a la espera de que la Xunta confirme la ocupación

La Residencia do Tempo Libre de Carballiño junto con la de Panxón y, si es necesario, otras instalaciones públicas acogerán en torno a 300 refugiados sirios, según confirmaban ayer los responsables de la Administración autonómica, tras la oferta realizada al Gobierno central. Las autoridades municipales están por el momento a la espera de que la Dirección Xeral de Familia confirme la fecha de la llegada de los refugiados, ya que el próximo 30 de septiembre finalizan los contratos del personal y, de no recibir a los refugiados, no se reincorporarían al trabajo hasta el próximo mes de diciembre coincidiendo con el desarrollo de programas relacionados con las fiestas navideñas.

Responsables del Concello mantenían en días pasados una reunión en la Dirección Xeral de Familia para demandar el funcionamiento permanente de estas instalaciones durante todo el año.

Las autoridades municipales lo que persiguen es un acuerdo con la Consellería de Traballo e Benestar con el fin de mantener abierta la residencia el mayor número de meses posible, y mediante el cual el Concello se compromete a fomentar la demanda de las referidas instalaciones.

No obstante, tanto trabajadores de la Residencia do Tempo Libre como autoridades locales se mantienen ahora a la espera de que se confirme oficialmente la estancia de los sirios, y en qué fechas se espera su llegada. "Esas instalacións son un luxo e O Carballiño non pode permitir que se manteñan cerradas", puntualizaba el teniente alcalde, Adolfo Nogueira.

Por el momento, los responsables autonómicos no tienen constancia de la fecha de ocupación por parte de los refugiados, aunque confirmaban ayer que han sido ofertadas las dos residencias de Carballiño y Panxón al Gobierno central, matizando que también se podrán utilizar otras instalaciones, con vistas a recibir en torno a 300 personas. Este establecimiento ya había acogido en 1992 a familias bosnias durante la guerra de la antigua Yugoslavia.

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