El alcalde de Carballiño, Carlos Montes, y el concejal de Urbanismo, Manuel Amil, mantendrán hoy una reunión en Santiago con los técnicos de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras y con los redactores del proyecto de la Plaza de A Veracruz para abordar la resolución de las alegaciones ya admitidas por el Concello y, además, exponer el malestar que ha generado entre la población la construcción de un muro para cerrar el espacio que se procede a urbanizar.
Aunque no se presentaron alegaciones contra dicha estructura, son muchos los colectivos y asociaciones que la califican de 'aberración', basándose en que reducirá en gran medida la visión de la iglesia. Por ese motivo, a la vista del malestar general, los responsables municipales plantearán a los técnicos una propuesta que consiste en aceptar dos alegaciones presentadas por el Obispado y el párroco para mantener la escalinata próxima a la casa parroquial y, asimismo, la rampa de la puerta principal que se utiliza habitualmente para el traslado de las imágenes durante las procesiones.
Manuel Amil manifestaba que 'no caso de que admitan esas alegacións entón temos argumentos nos que basarnos para pedir que se suprima o muro, porque si se manten a escalinata e a rampa non ten sentido facer ese cierre'. Las autoridades locales tienen claro que no se deben paralizar las obras, tal y como demanda el PP, y que la modificación del proyecto para que no se construya el muro es algo difícil de conseguir y que en todo caso obligaría a retrasar la ejecución de la plaza. No obstante, señala el edil de Urbanismo que la resolución favorable de las dos alegaciones aportaría el argumento legal para buscar otra alternativa al desnivel del terreno. De esta forma, matizaba que 'a solución téñena que buscar os técnicos, pero unha posibilidade podería ser que a praza rematara nun talud'.
Se abre así una vía para prescindir del muro, que en la zona sin urbanizar alcanzaría los 2,50 metros de altura y en el espacio que ya está acondicionado podrá llegar hasta los 3,70 metros.
En lo que respecta a las alegaciones, se presentaron al proyecto 11 en total, de las que el Concello admitió seis.
Manuel Amil manifestaba que 'no caso de que admitan esas alegacións entón temos argumentos nos que basarnos para pedir que se suprima o muro, porque si se manten a escalinata e a rampa non ten sentido facer ese cierre'. Las autoridades locales tienen claro que no se deben paralizar las obras, tal y como demanda el PP, y que la modificación del proyecto para que no se construya el muro es algo difícil de conseguir y que en todo caso obligaría a retrasar la ejecución de la plaza. No obstante, señala el edil de Urbanismo que la resolución favorable de las dos alegaciones aportaría el argumento legal para buscar otra alternativa al desnivel del terreno. De esta forma, matizaba que 'a solución téñena que buscar os técnicos, pero unha posibilidade podería ser que a praza rematara nun talud'.
Se abre así una vía para prescindir del muro, que en la zona sin urbanizar alcanzaría los 2,50 metros de altura y en el espacio que ya está acondicionado podrá llegar hasta los 3,70 metros.
En lo que respecta a las alegaciones, se presentaron al proyecto 11 en total, de las que el Concello admitió seis.
