Los operarios de Aquagest tuvieron que trabajar toda la noche en el sistema de captación y depuración

La tierra de un talud de la autopista enturbia quince horas el agua de la traída carballiñesa

El río Arenteiro también estaba turbio a su paso por el tramo urbano de Carballiño. (Foto: Martiño Pinal)
La empresa Aquagest, concesionaria del abastecimiento y saneamiento en Carballiño, se vio obligada a trabajar durante más de seis horas hasta que a las siete de la mañana de ayer, el agua de la traída recuperó su aspecto habitual. El arrastre de tierras procedentes de un talud de la autopista de Santiago a Ourense (AG-53) enturbió por completo el agua, que llegaba a las casas de color marrón. Pese a su falta de transparencia, el Concello aseguró que no implicó ningún riesgo para la salud de las personas.
Desde la media tarde del pasado martes y hasta las siete de la mañana del día el agua de la traída de Carballiño presentaba un color amarronado. Los usuarios se sorprendieron no sólo por su turbidez sino también por la tierra que se filtraba a través de los grifos.

La empresa Aquagest, adjudicataria del servicio de abastecimiento y saneamiento, se vio obligada a trabajar prácticamente toda la noche para devolver al agua su transparencia habitual.

Durante más de seis horas, los operarios tuvieron que desviar el caudal en la central de captación y depuración para que no continuase llegando a las casas en malas condiciones. Si bien, fuentes de la empresa y el concejal de Obras, Edelmiro Mateo, puntualizaron que el arrastre de tierras en ningún momento supuso un riesgo para la salud de los consumidores. De hecho, aseguraron que cuando se produce una situación de estas características, el sistema de la planta incrementa automáticamente la dosis de cloración.

De esta forma, a las siete de la mañana de ayer, los trabajadores de Aquagest comprobaban que las condiciones del agua ya se habían normalizado, alcanzando su transparencia habitual y parámetros de control correctos.

Origen

La empresa confirmó al responsable municipal de Obras, que el origen de la turbidez estuvo en el arrastre de tierras procedentes de un talud de la autopista Santiago-Ourense (AG-53). Aunque las obras ya han finalizado en el tramo que afectó en anteriores ocasiones al río Arenteiro en el lugar de la captación del agua, ‘o talud aínda non ten a vexetación suficiente para suxetar a terra e cando chove intensamente pode provocar o arrastre’, puntualizó Edelmiro Mateo. Como así ocurrió en esta ocasión en que las lluvias fueron torrenciales en esa zona.

No es la primera vez que el arrastre de tierras obliga a Aquagest a tomar medidas para devolverle al agua su aspecto y calidad habitual. Al menos, según manifestaron fuentes de la empresa, ocurrió en otras dos o tres oca siones cuando todavía se realizaban las obras del trazado de la autopista y el Arenteiro arrastraba la tierra hasta la depuradora de aguas residuales.

En la mañana de ayer, el agua en las casas había recuperado su aspecto habitual.

EL RÍO

Los pescadores recorrieron el Arenteiro

El aspecto enlodado que ofrecía el río Arenteiro durante la jornada y en el tramo urbano de Carballiño fue el motivo de que el presidente de la asociación de pescadores, Alfonso Carballeda, acompañado del guarda del río hiciesen un recorrido a lo largo de su cauce para comprobar en qué condiciones se encontraba.

De esta forma, Alfonso Carballeda, aseguraba que ‘a auga só está turbia dende a zona de Cornuval para abaixo, no resto do cauce non atopamos nada anormal’. Los pescadores declararon que desde que acabaron las obras de la autopista en el entorno del Marañao no se volvió a producir un arrastre de tierras como había ocurrido en años anteriores. Por entonces, la sociedad había alertado de la situación en varias ocasiones a la Guardia Civil.

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