La ejecución de un nuevo proyecto de acondicionamiento, el tercero en menos de un año, intentará paliar el estado de deterioro de la calle Carboeiros, que comunica las avenidas del Balneario y Parque en Carballiño, y que ha sido cerrada al tráfico de forma intermitente desde el pasado mes de enero. Los trabajos correrán a cargo de la empresa Taboada y Ramos, que llevó a cabo los dos anteriores, con el fin de solucionar los problemas de canalización del alcantarillado y, de paso, mejorar el firme de la calzada.
La primera acometida de la red de saneamiento fue incluida en el Plan E del Estado el pasado año, con un presupuesto superior a los 17.000 euros, de modo que las obras finalizaron en diciembre de 2010. Pero con el primer temporal que afectó a la comarca en enero del año actual, las tuberías no soportaron el caudal de agua y rompieron, provocando grandes socavones en la calzada, que, por otra parte, había sido dotada de un nuevo riego asfáltico.
SUSTITUCIÓN
Como la garantía de adjudicación de la obra por parte del Concello todavía estaba vigente, la empresa llevó a cabo el pasado mes de octubre una segunda intervención, 'a fin de sustituir tuberías dun diámetro pequeno por outras máis anchas', apunta el concejal de Obras, Magín Daparte. Sobre todo, porque las quejas de los vecinos del entorno fueron constantes durante todo el verano, alertando de los malos olores que desprendían las aguas fecales y del peligro que suponían los socavones para los peatones.
Sin embargo, y tras la apertura de la calle Carboeiros a la circulación rodada, las precipitaciones caídas desde los primeros días de este mes de noviembre volvieron a dañar las canalizaciones y el firme de asfalto. El Concello carballiñés se vio obligado la pasada semana a un nuevo corte de tráfico y a comunicar a la constructora la situación. 'Nestes intres, a empresa prevé unha conexión definitiva das canalizacións co colector de residuais do río Arenteiro, e comezará en breve os traballos', indicó Magín Daparte. Un proyecto similar ya está perfilado por Aquagest, concesionaria del servicio municipal de aguas, para la red de saneamiento de la antigua carretera a O Irixo, donde las aguas fecales vierten directamente en el cauce fluvial, entre Ponte Veiga y el viaducto del ferrocarril.
SUSTITUCIÓN
Como la garantía de adjudicación de la obra por parte del Concello todavía estaba vigente, la empresa llevó a cabo el pasado mes de octubre una segunda intervención, 'a fin de sustituir tuberías dun diámetro pequeno por outras máis anchas', apunta el concejal de Obras, Magín Daparte. Sobre todo, porque las quejas de los vecinos del entorno fueron constantes durante todo el verano, alertando de los malos olores que desprendían las aguas fecales y del peligro que suponían los socavones para los peatones.
Sin embargo, y tras la apertura de la calle Carboeiros a la circulación rodada, las precipitaciones caídas desde los primeros días de este mes de noviembre volvieron a dañar las canalizaciones y el firme de asfalto. El Concello carballiñés se vio obligado la pasada semana a un nuevo corte de tráfico y a comunicar a la constructora la situación. 'Nestes intres, a empresa prevé unha conexión definitiva das canalizacións co colector de residuais do río Arenteiro, e comezará en breve os traballos', indicó Magín Daparte. Un proyecto similar ya está perfilado por Aquagest, concesionaria del servicio municipal de aguas, para la red de saneamiento de la antigua carretera a O Irixo, donde las aguas fecales vierten directamente en el cauce fluvial, entre Ponte Veiga y el viaducto del ferrocarril.
