Un día espléndido de sol, tras semanas de lluvia, acogía ayer en la parroquia de Xuvencos, del concello de Boborás, una de las danzas más ancestrales que se conservan en la provincial
Los vecinos de la parroquia de Xuvencos, en el municipio de Boborás, revivieron un año más su ancestral danza gremial, cuyo origen se pierde en los siglos y que se repite cada cuatro años. Esta tradición forma parte de la Festa das Mudacións, que ya comenzó el domingo día 8 de mayo y que toma su nombre del hecho de que las imágenes religiosas de las parroquias de Xuvencos y Boborás intercambian sus 'casas'. La de Santa María de Xuvencos se traslada a la iglesia de Boborás y la de Santa Isabel de Boborás va a la iglesia de Xuvencos, en sendas procesiones. Ayer domingo día 15, cada imagen retornaba a su 'casa' de origen.
La celebración se iniciaba con una misa a las 10,00 de la mañana en la capilla de Boborás, que no pudo acoger en su interior a la mayor parte de los numerosos fieles llegados de todo el Concello y la comarca, animados por la espléndida mañana de sol. Tras la misa en la capilla, se iniciaba la procesión con la imagen de Santa María que retornaba a Xuvencos y en su transcurso tiene lugar la Danza, interpretada por ocho danzantes. Estos deben ser solteros y vecinos de Xuvencos, aunque este año hubo que incorporar a algún soltero de las parroquias vecinas de Brués y Cameixa, que durante meses ensayaron en el patio cubierto del colegio, para conseguir dominar la estructura y desarrollo de los bailes.
La procesión se prolongó hasta la iglesia de Xuvencos, donde los fieles depositaron la imagen de la Virgen y tras la misa, retomarían de nuevo la procesión para llevar a Santa Isabel de vuelta a su capilla de Boborás.
