La situación de sequía prolongada y la escasez de agua sigue marcando el día a día de la gestión municipal en diferentes rincones de la provincia. Las consecuencias de la escasez se han vivido también en el día después de la Festa da Istoria de Ribadavia. El Concello procedió en la jornada de ayer a una limpieza general de las calles que acogieron el grueso de la fiesta, para lo cual se sirvió de camiones cisterna cargados directamente en el río. Así, el agua utilizada en el baldeo de calles por parte de los trabajadores municipales no procedía de la red de abastecimiento de las casas, sino directamente del río. Actualmente, la villa sigue teniendo restricciones y cortes en el uso de agua ante la escasez de reservas hídricas.
Continúan las restricciones con cortes en otros concellos de la provincia y la situación es cada vez más preocupante, si no llegan lluvias de forma regular durante las próximas semanas. Las reservas hídricas siguen a la baja, según los datos aportados por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. Ayer, los caudales circulantes de los principales ríos se mantenían muy inferiores a lo normal. Seguían en nivel “muy bajo” el Sil en O Barco, el río Arnoia, el Arenteiro en Carballiño, el Avia en Leiro y el Limia en Xinzo (totalmente seco). En nivel “bajo” se encuentran el Avia en Ribadavia y el Miño.
En cuanto a los embalses, siguen cayendo las reservas ante la falta de aportaciones hídricas naturales. As Conchas (Muíños), que empezó la semana al 53% la acabó a poco más del 45% de su capacidad, mientras que Salas (Muíños) ya está al 33%. Más al norte, el embalse de Albarellos (Boborás) sigue viendo descender su nivel, ya al 44%. En la zona oriental, el embalse más grande, As Portas (Vilariño de Sonso), está al 23%, y Prada (A Veiga)y O Bao (Viana) a la mitad.
