La Cooperativa Vitivinícola do Ribeiro está dando los primeros pasos en el desarrollo de un ambicioso proyecto que tiene como principal objetivo captar jóvenes agricultores con tierras para la producción de uva.
La iniciativa, sobre la que el gerente de la bodega, Argimiro Levoso, puntualizó que todavía está en periodo de prueba, consiste en gestionar la contratación a media jornada de personas desempleadas, ya sea en empresas particulares, concellos o a través de instituciones, para que posteriormente puedan completar el horario laboral trabajando en los viñedos. Esa es esencialmente la filosofía del plan, mediante el que se intentará 'que a xente se quede a traballar nos viñedos', matizó el gerente.
La experiencia piloto se pone en marcha con la contratación por parte de la propia cooperativa de siete personas a tiempo parcial, que al mismo tiempo trabajarán en sus propias viñas. El presidente de la bodega, Manuel García Montero, confirmaba que en estos días se han mantenido reuniones con distintos grupos de diferentes zonas de la comarca, integrados prácticamente en su totalidad por hijos de socios de la cooperativa, constatando que en estos momentos hay en torno a 40 jóvenes dispuestos a involucrarse en el proyecto.
La dificultad más grande radica en localizar a esa empresa o institución que pueda formalizar la contratación a media jornada. Por ese motivo, los responsables de la cooperativa pretenden implicar a varias consellerías para que apoyen la iniciativa. Manuel García afirma que los interesados deben disponer al menos de 8.000 metros cuadrados de terreno agrupado, que según sus cálculos, reportarían un ingreso anual en torno a los 12.000 euros.
La experiencia piloto se pone en marcha con la contratación por parte de la propia cooperativa de siete personas a tiempo parcial, que al mismo tiempo trabajarán en sus propias viñas. El presidente de la bodega, Manuel García Montero, confirmaba que en estos días se han mantenido reuniones con distintos grupos de diferentes zonas de la comarca, integrados prácticamente en su totalidad por hijos de socios de la cooperativa, constatando que en estos momentos hay en torno a 40 jóvenes dispuestos a involucrarse en el proyecto.
La dificultad más grande radica en localizar a esa empresa o institución que pueda formalizar la contratación a media jornada. Por ese motivo, los responsables de la cooperativa pretenden implicar a varias consellerías para que apoyen la iniciativa. Manuel García afirma que los interesados deben disponer al menos de 8.000 metros cuadrados de terreno agrupado, que según sus cálculos, reportarían un ingreso anual en torno a los 12.000 euros.
