El Consello Regulador da Denominación de Orixe Ribeiro pospone para el próximo mes de junio la cata oficial que tradicionalmente se venía desarrollando con motivo de la celebración de la Feira do Viño.
Con esta medida se pretende mantener el nuevo sistema implantado el pasado año, que consiste en recoger las marcas de vino que ya están etiquetadas y en el mercado para dicha cata, en lugar de hacerlo directamente en las bodegas. El Consello Regulador persigue ganar en rigor y que los vinos que opten al concurso sean los mismos que se comercializan. Sin entrar a matizar si en otras ediciones se habían cambiado, los responsables del consello insistieron en que 'se evita la picaresca' y 'se da a la cata un rigor que otras no tienen', señalaba el director técnico, Pablo Vidal.
La celebración de la feria el pasado año en el mes de julio permitió incluir el certamen en la programación del evento. Sin embargo, esta 49 edición ha sido adelantada al primer fin de semana de mayo (recuperando la fecha tradicional), en un mes en el que todavía no están todas las marcas a la venta, por cuyo motivo el Consello Regulador ha decidido aplazar la cata oficial realizada por expertos, al mismo tempo que pretende impulsar la cata popular. Cada año, 200 personas asistentes a la feria prueban los vinos expuestos para puntuarlos y seleccionar los mejores de tres categorías (blanco de bodega, blanco de colleiteiro de 2011 y tintos 2010-2011). Además, también habrá un premio al mejor catador.
En consecuencia, será a principios de junio cuando se realice la precata por parte de un equipo de expertos del mundo del vino, seleccionando seis marcas de cada categoría, que los inspectores recogerán en vinotecas, restaurantes o tiendas y que serán los que se someterán a la cata final para elegir los mejores.
La celebración de la feria el pasado año en el mes de julio permitió incluir el certamen en la programación del evento. Sin embargo, esta 49 edición ha sido adelantada al primer fin de semana de mayo (recuperando la fecha tradicional), en un mes en el que todavía no están todas las marcas a la venta, por cuyo motivo el Consello Regulador ha decidido aplazar la cata oficial realizada por expertos, al mismo tempo que pretende impulsar la cata popular. Cada año, 200 personas asistentes a la feria prueban los vinos expuestos para puntuarlos y seleccionar los mejores de tres categorías (blanco de bodega, blanco de colleiteiro de 2011 y tintos 2010-2011). Además, también habrá un premio al mejor catador.
En consecuencia, será a principios de junio cuando se realice la precata por parte de un equipo de expertos del mundo del vino, seleccionando seis marcas de cada categoría, que los inspectores recogerán en vinotecas, restaurantes o tiendas y que serán los que se someterán a la cata final para elegir los mejores.
