El Obispado acaba de activar un protocolo de máxima urgencia para reconstruir el muro de cierre de la iglesia de San Lorenzo, situada en la localidad de Roucos, en el municipio de Cenlle.
El derrumbe se produjo a tan sólo un metro del edificio por cuyo motivo puede verse dañada la estructura si no se ejecutan con rapidez las obras. La iglesia ha quedado al borde de un gran barranco de más de cinco metros de profundidad por cuatro metros de largo, que amenaza con seguir desmoronándose, lo que pondría en serio peligro su estabilidad y también la de algunas sepulturas del cementerio.
Fuentes del Obispado confirmaron que recibieron el aviso del párroco y del alcalde de Cenlle, alertando del peligro de más desprendimientos, lo que obligó a iniciar un protocolo de máxima urgencia con vistas a obtener con la mayor rapidez posible todos los permisos para ejecutar las obras, incluido el que corresponde a Patrimonio.
Los feligreses de la parroquia de San Lorenzo se enteraron de lo que había ocurrido en la mañana del pasado domingo cuando iban a misa. A principios de esta semana ya se desplazaron hasta Cenlle técnicos del Obispado, que acompañados por el alcalde, Gabriel Alén, realizaron una inspección del barranco para ver hasta que punto puede verse dañada la iglesia. Posteriormente redactaban una memoria sobre las intervenciones urgentes que hay que realizar y cuya inversión ronda los 30.000 euros.
preocupación vecinal
Los vecinos del entorno manifestaban su preocupación por el peligro en que está la iglesia y también las sepulturas. Lo cierto es que hace ya casi dos años que habían informado al Concello y al Obispado sobre la existencia de una grieta en el muro. Odilo Rodríguez, vecino de la localidad, declaraba que "el muro estaba inclinado hacia la iglesia pero con la lluvia repisó el terreno y se derrumbó hacia fuera", añadiendo que "el peligro estaba claro pero no se hizo nada". Ayer aseguraba que desde el domingo se ha desprendido otra gran piedra, situando el desnivel a escasos centímetros de las tumbas que hay a la entrada de la iglesia.
Por su parte, el alcalde de Cenlle, Gabriel Alén, se refería a la necesidad de acometer las obras con la mayor urgencia posible porque existe el riesgo de que se produzcan más desprendimientos. "Esto está afectando a los vecinos y esperemos que se solucione pronto".
En relación a la advertencia de hace dos años, Gabriel Alén, indicó que el derrumbe no tiene nada que ver con la grieta a la que se refieren los vecinos y lo atribuye a las persistentes lluvias de este invierno. "La iglesia parece que está asentada sobre una roca, pero aún así puede correr peligro por eso esperamos que Patrimonio agilice el permiso", añadía. Lo que tiene también claro el regidor municipal es que la reconstrucción del cierre es competencia única y exclusivamente del Obispado, "no es responsabilidad del Concello", concluyó. n
