A comienzos del siglo XX (a partir de 1906) las familias que se lo podían permitir se hicieron con los primeros coches, matrícula OR. La familia Temes, los Paris, los Zarauza, don Perfectino Viéitez, fueron algunos de los afortunados. Ellos, por residir o tener que frecuentar la ciudad casi a diario, estaban “controlados” por toda la niñería. ¡El Mercedes de doña Angelita!, gritaban los niños cuando pasaba por Reina Victoria (hoy Julio Prieto). Muchos ya por el sonido del motor lo reconocían; en nada se parecía a los Berliet de los hermanos Paris... Sin embargo otros ourensanos, que por circunstancias no pasaban con frecuencia por Auria, tenían sus vehículos y conseguían llamar la atención de los “expertos” por inesperados. Ese era el caso de los Taboada, la atención a sus muchas propiedades por toda Galicia les hacía residir muy poco en la ciudad y, sin embargo, casi se podía decir que el auto era imprescindible para ellos.
Este de la fotografía era uno de los primeros de motor que tuvo la familia (otro día os mostraré alguna joya que me han prestado, pero con tracción animal). El caso es que la matrícula no se ve, y yo soy incapaz de averiguar qué marca y modelo es, así que a ver si entre vosotros me quitáis de la duda...
Por cierto, indagando en esta foto me ha surgido otra duda: ¿es posible que los grandes propietarios tuvieran un coche sin matricular para recorrer sus fincas? Me comentan que era posible, pero me parece al menos extraño... ¿Sabéis algo?
