En el álbum fotográfico ourensano atesoramos imágenes de visitantes ilustres. Y no me refiero precisamente a la invasión de las tropas francesas al mando del general Soult, en el año 1809, sino a la de actores, cantantes, políticos, etc. O, como vemos en la foto de hoy, el rey Alfonso XIII. Desafortunadamente, son menos de las que nos hubiera gustado: de la Casa Real, además de don Alfonso XIII y Doña Victoria Eugenia, alguna infanta, y las que don Juan Carlos y doña Sofía realizaron en el año 1976 y el 2006, o las del recién estrenado en el cargo Felipe VI. Políticos han sido más: Lerroux, Suárez, y todos los de la democracia han pisado nuestra Auria. El general Franco dicen que en una de sus visitas se enfadó por que la afluencia de ourensanos fue menor de la esperada, y desde ese día no se detenía en la ciudad cuando visitaba Galicia, a pesar de que aquí había residido durante una larga temporada su hermana.
De artistas, se recuerda la estancia de la canaria Pinito del Oro con su espectáculo de trapecio en la Alameda; Manolo Escobar dejó un grato recuerdo (y una chaqueta de luces, que le regaló al Paxaro) con su actuación en los 70; Miguel Ríos, espectacular en el campo del Couto en los 80; Mecano, La Oreja de Van Gogh, Víctor Manuel, Miguel Bosé y un largo etcétera.
El 29 de septiembre del 1927, el rey Alfonso XIII y la reina Doña Victoria Eugenia llegaron a Ourense procedentes de Vigo en el tren real, iba a ser la última ocasión en que los monarcas utilizaran este medio de transporte para sus visitas oficiales. El viaje había comenzado en A Coruña y tenía como objetivo celebrar e impulsar el "definitivo" comienzo de las obras del tan ansiado ferrocarril. El recibimiento, según cuentan las crónicas, fue apoteósico, y en ningún momento cesaron los vítores y saludos a la Familia Real. En la estación del vecino Canedo (aun no se había producido la fusión de los dos ayuntamientos), se dio la bienvenida por parte de las autoridades ourensanas, si bien el recibimiento oficial fue en la Casa del Concello ourensano. Visitaron la catedral, acompañados por el obispo Cerviño; las Burgas, y disfrutaron de una fiesta popular en los jardines del Posío (donde se obtuvo la fotografía que hoy os muestro). Allí presenciaron la actuación del orfeón Unión Orensana y de los coros de Ruada y Enxebres. Seguidamente acudieron al cuartel de San Francisco, donde pasaron revista a las tropas del Regimiento Mérida (era el que ocupaba la plaza en aquellos momentos), para terminar la jornada con una fiesta en los salones de la Diputación Provincial.
Las autoridades que recibieron a sus majestades fueron el gobernador civil, Salustiano Muñoz; el obispo, Florencio Cerviño; el presidente de la Diputación, Julio Rodríguez Soto; el alcalde, Marcial Ginzo Soto, y el mando del Regimiento Mérida, teniente coronel Quiroga.
