200 funcionarios reciben su destino con 9 meses de retraso

Tras nueve meses de larga espera los opositores gallegos a la Administración General del Estado ya tienen destino. Ninguno se ha podido quedar en Galicia por la ausencia de plazas en la comunidad, así que los 200 nuevos funcionarios de la comunidad tendrán que emigrar para comenzar en sus nuevos destinos. Los candidatos se examinaron en octubre de 2019 con la esperanza de adentrarse en una nueva etapa en un par de meses posteriores. Sin embargo, a lo largo del año pandémico solo recibieron tres notas informativas que prometían noticias pronto. El malestar fue "in crescendo" hasta este martes cuando, muchos con la maleta hecha, recibieron finalmente su destino. Durante el tiempo de espera, el más largo que se recuerda, los funcionarios no obtuvieron noticias, ni cotización, ni respuestas de la Administración. Ourensanos que sen van En el grupo de gallegos que el martes recibieron su destino, se encuentra la ourensana María Jesús Conde, que define el tiempo de espera como "una situación desesperante", explica que "yo aprobé la oposición con 23 años y dentro de tres meses voy a cumplir 25. Me han hecho perder un año de mi vida". Además, afirma que "hemos visto como otros opositores, como los de Penitenciarias, se examinaban al tiempo y empezaban a trabajar mucho antes. Solo se retrasaron con nosotros", relata. Arancha Valente coincide y califica la falta de noticias sobre su destino como "un auténtico suplicio", que se sumó a la estática situación pandémica: "No podíamos hacer nada por el covid y porque nos podían llamar en cualquier momento", dice. Uno de los obstáculos con los que ambas tuvieron que lidiar fue la incertidumbre a la hora de apostar por otros trabajos durante el tiempo de espera. Arancha indica que "intenté ponerme a trabajar, rechacé un puesto para cubrir una baja porque no quería dejarlos tirados al poco tiempo". María Jesús, por su parte, lamenta no haberse podido "hacer un colchoncito para marchar o haberme puesto opositar para algo de más categoría". Como contaban con que la salida de los destinos era inminente, "no buscabas otro trabajo por si acaso, yo me habría buscado cualquier otra cosa y no me habría pasado mis 24 años al completo esperando", explica María Jesús Conde. Jonatan Suárez, también ourensano, esperó "con mucha incertidumbre por no saber realmente a donde iba a ir" los últimos meses, sin embargo, ahora afirma estar contento con su destino: "Me voy a Las Palmas, que era mi segunda opción, tengo muchas ganas de por fin empezar una nueva etapa", afirma. Arancha Valente eligió Logroño, "quería quedarme lo más cerca posible del norte y de Galicia, ya que aquí no había plazas", explica. En su caso eligió opositar en busca de calidad de vida: "Quería tener mis derechos, mis vacaciones, mis días de asuntos propios. No tuve buenas experiencias en empresas anteriores y aquí sé que voy a cobrar y cuánto voy a cobrar", afirma. El caso de Jonatan es el mismo, que indica que "decidí opositar por la estabilidad que da tener un puesto fijo para toda la vida".